Palabras clave: Batalla de ideas, política, crítica, transformación, diálogo, innovación, cambio de época, amplitud, bloque histórico, lectura, análisis, verdad, belleza, sueños, liberación.

domingo, 29 de mayo de 2011

Dilemas de la revolución bolivariana: problema de clase o problema nacional. Mariátegui, Haya de la Torre, eurocentrismos, el APRA y el PSUV

Preliminar


Hace alrededor de dos años, un profesor de ciencias políticas nos comentaba que de acuerdo a lo que planteaba la conocida “teoría del chinchorro” -que dice que la popularidad de un gobierno hace más o menos el recorrido que hace la sabrosa maya de descanso- en ese momento estábamos en el período de menor popularidad, lo que es decir la parte media del chinchorro, y que sólo era cuestión de tiempo –aproximación de las elecciones- para que los niveles de popularidad se recuperaran hasta llegar bien arriba, justo donde el mecate se amarra firme a la palmera.

La sugestiva teoría no parece estar lejos de la verdad y de acuerdo a los resultados que arrojan los estudios de GIS XXI, la popularidad del presidente Chávez, desde la perspectiva de la intención del voto, se encuentra en niveles que permiten hacer claras proyecciones a futuro, a menos de dos años para las presidenciales. Se avecina de nuevo la coyuntura electoral, las estelares elecciones donde los venezolanos hemos dado ejemplo al mundo de participación cívica y democrática durante los últimos años, y que el movimiento bolivariano aceptó y asumió como la vía, con todos sus mecanismos racionales-legales y todas sus implicaciones, para acceder al poder del Estado para iniciar desde allí el proceso de cambio de la –para aquel entonces- desesperanzada sociedad venezolana.

Hoy, transcurridos doce años desde la llegada de Chávez y a seis desde que se optara por el socialismo como el modelo teorético (ideal), la utopía concreta (posible) y el camino a seguir por el proceso bolivariano para alcanzar la mayor suma de estabilidad, seguridad y felicidad para nuestro pueblo, el carácter pacífico del movimiento político en el poder ha expresado y manifestado sus problemas, contradicciones y dilemas más profundos. Estos desafíos, formidables por demás, han sido expresados y planteados como problemas teóricos y de praxis revolucionaria por distintos pensadores, analistas y escritores a lo largo de la historia del siglo XX y de la nuestra reciente; desafíos de los que el mayor de todos parece ser el de la transformación de las relaciones sociales y de producción dominantes en relación circular con las ideas, creencias y valores que las justifican y reproducen. Se trata de cambiar una totalidad, una estructura, un sistema que, viéndolo bien, podría superarse si se transforman los componentes que, teniendo un carácter nodal, crítico, podrán influir sensiblemente en la estructura haciendo del todo, que siempre es más que la suma de las partes, una totalidad diferente.

De todas las opiniones que han proliferado sobre estas complejidades del proceso bolivariano, hay dos de reciente publicación que particularmente me gustaría comentar y que están relacionados con estos retos teórico-políticos de que venimos hablando.

lunes, 16 de mayo de 2011

Zeitgeist Moving Forward parte V: sobre los economistas, el crecimiento infinito y la gran confusión de valores en que estamos

En la nota anterior sobre la cuarta parte del Zeitgeist, terminábamos enumerando las ideas fundamentales que son deslizadas a lo largo del documental por las diversas voces entendidas sobre la materia, esta vez, la llamada economía. Una de esas ideas, es que si la palabra economía significa economizar, no podemos sino llegar a la conclusión de que el sistema actual es anti-económico, una disociación del significado cabal de la palabra economía.



También citamos la ilustrativa y pedagógica explicación que se hace de la obsolescencia intrínseca y de la obsolescencia programada, que muy lejos de constituir ficciones de una mente obsesionada por teorías de la conspiración, son realidades verificables en nuestra vida cotidiana que nos ayudan a comprender mejor el paradigma de crecimiento en el que se basa el actual modelo económico, también conocido como el esquema Ponzi. 

miércoles, 4 de mayo de 2011

(Video) Conferencia de Ignacio Ramonet: Medios de comunicación y poder

Vea, pero sobre todo escuche, reflexione y discuta sobre lo que dice Ignacio Ramonet en esta conferencia, donde este reflexiona sobre el actual proceso de reconfiguración del trabajo periodístico a partir de las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías de la información, pero sobre todo a partir de la irrupción en el campo de la comunicación de nuevos actores quienes, creando blogs, páginas web propiamente dichas, y manejando las diversas posibilidades que abren las Tics en este sentido, han venido incidiendo cada vez más visiblemente en la transformación del trabajo de la comunicación social que, dicho sea de paso, ha sido siempre comunicación política.

Constituye una realidad para Ramonet, el hecho de que son cada vez más las individualidades y los colectivos que están haciendo trabajo periodístico -un buen trabajo, por cierto- desde campos distintos al de la comunicación social institucional, tradicional. Frente a esta nueva realidad inocultable y que sigue poniendo en entredicho al periodismo "oficial" que ofrece información "oportuna y veraz", Ramonet se pregunta ¿Si todo el mundo es periodista, qué es un periodista? También ¿Si todo el mundo hace periodismo, qué es el periodismo?

La cuestión parece estar, siguiendo las reflexiones del ponente, en un hecho que nunca ha sido un secreto y que el fenómeno de las Tics ya mencionado, parece estar liberando o, visibilizando: mucha gente que no es periodista pero que investiga, piensa y sabe escribir está haciendo un trabajo de comunicación novedoso, ingenioso y de calidad, que parece estar redimensionando este campo de la actvidad política, social, intelectual, ciudadana. En tal sentido, dice Ramonet que lo ideal sería un periodismo sin periodistas, frase que va cobrando cada vez mayor validez en la medida en que cada vez son más las plumas reflexivas y proyectos comunicacionales alternativos que están irrumpiendo en el campo mediático en sus distintas modalidades.

lunes, 2 de mayo de 2011

No hay Revolución sin Revolución Cultural

Ilustración de Felipe García
Entendemos por cultura la creación de cualquier espacio de encuentro entre los hombres y es cultura, para nosotros, todos los símbolos de la identidad y la memoria colectivas: los testimonios de lo que somos, las profecías de la imaginación, las denuncias de lo que nos impide ser".
Eduardo Galeano

Eduardo Galeano señala tres aspectos del encuentro de los hombres que en definitiva es Cultura.


“testimonio de lo que somos”

Todo trabajo cultural es un espejo para vernos, encontrarnos y reencontrarnos, saber de dónde venimos y porqué somos como somos. Es el rescate de nuestra esencia y es vernos con nuestras incapacidades y carencias.

Pero lo que somos, es un lago que se alimenta de muchos ríos y tiene distintas miradas:

Primera mirada: Somos individuos, tenemos una individualidad con su historia, con sus relaciones familiares, con un bagaje de costumbres, conocimientos, valores, con muchos aprendizajes que reconfirmar, otros que conquistar y también aprendizajes que hay que desaprender. Desde la individualidad se asumen los compromisos que son compromisos sociales, colectivos. Desde la individualidad asumo mi postura frente al mundo.

Segunda mirada: Somos familia, relaciones familiares, íntimas, de afectos y desafectos, y aunque pareciera cada vez menos, por las influencias mediáticas, educativas y sociales, moldeamos a la familia y la familia nos moldea. En la familia se producen las relaciones dialécticas de transformación y alienación, de mantener el estado social imperante o de revolucionarlo. Desde allí, como también desde la individualidad cabe la pregunta de si somos parte del problema o de la solución.

domingo, 1 de mayo de 2011

El Estado garantiza el bienestar, pero no hace la revolución

Se ha dicho en reiteradas oportunidades que el carácter sui géneris de la Revolución Bolivariana, consiste en que es un proceso de transformación estructural planteado en términos pacíficos. Esto pareciera, en la primera mirada, una contradicción en los términos en la medida en que, lo que nos dice la historia, es que una revolución sin violencia es impensable. Y aunque todo lo que puede ser concebido por la mente puede hacerse realidad, es cierto que todas las revoluciones –pensemos sólo en las del siglo XX- han sido levantamientos violentos frente al orden establecido, entiéndase: contra el Estado.

Decir, por ejemplo, que ningún Estado hace revolución, podría parecer en un principio una afirmación que se justifica y se explica por sí sola, cuando se estudia el desarrollo de los procesos políticos aludidos arriba. Es contra el Estado que hay que hacer la Revolución; por lo menos esa es la consigna más evidente en tanto que el Estado ha sido –y sigue siendo en gran medida en nuestro caso- una estructura de dominación al servicio de las clases burguesas; sean cuales sean las particularidades que esta clase adopte en cada Estado-Nación. Sin embargo, una de las lecciones que dejó el fracaso del socialismo soviético, fue la ingenuidad de pensar que con sólo tomar el poder del Estado se garantizaba la construcción del socialismo.