Palabras clave: Batalla de ideas, política, crítica, transformación, diálogo, innovación, cambio de época, amplitud, bloque histórico, lectura, análisis, verdad, belleza, sueños, liberación.

martes, 17 de abril de 2012

"Consenso sin Washington" y el comportamiento errático-guapachoso de la delegación estadounidense en Cartagena

Clinton en el Café Havana de Cartagena
La obsolescencia de cumbres como la recién terminada Cumbre de las Américas ya es inocultable. Esta obsolescencia no es programada, como la que caracteriza a los artefactos de corta vida que el capitalismo fabrica para mantenernos consumiendo. El carácter de obsoleto de dicha cumbre viene dado por su anacronismo, por pertenecer a otros tiempos geopolíticos.

El pasado domingo el encuentro de Jefes de Estado realizado en Cartagena de Indias, Colombia, terminó sin una declaración final. No la podía haber, toda vez que los países de la América Nuestra asistieron con la determinación de plantear dos temas de alta importancia y que asomaban tempranamente una confrontación de “puntos de vista” entre los representantes de Nuestramérica y la América anglosajona, lo que es decir, entre el impulso soberano y descolonizador y el imperialismo y el neocolonialismo trasnochado.

El colonialismo del siglo XXI presente en las Malvinas y la exclusión de Cuba de la cumbre más el bloqueo criminal que se mantiene hacia ésta, marcaron el desencuentro entre los dos continentes. Para Juan Manuel Santos, sin embargo, la evidente falta de consenso en la cita continental no significa un fracaso en la medida en que esta fue la del “diálogo y la sinceridad”, una cumbre en la que no hubo “temas vedados”. El hecho es que los resultados de la cita constituyen una nueva expresión de los significativos cambios que se verifican en la región y el mundo. Luis Bilbao, periodista argentino, lo expresó muy bien: sí hubo consenso en la Cumbre de las Américas, un “Consenso sin Washington”, un acontecimiento de trascendencia que confirma las recientes palabras del ex asesor del Dpto. de Estado gringo Brzezinski: EEUU ya no tiene la supremacía mundial; agreguemos que tampoco la tiene en América Latina, con todo y las bases militares que mantiene en la región.

Este “consenso sin Washington” puede que tenga una trascendencia similar a la de la derrota del ALCA o la constitución de la CELAC. No obstante la significación de los resultados ―o de la ausencia de ellos― de esta cumbre, puede que estos tengan su correlato en el comportamiento errático-guapachoso que exhibió la delegación de Estados Unidos durante los días del foro.

En primer lugar, tenemos a un Obama enguayabao, con lo cual quiso jugar con su imagen, dando la impresión, dado sus rasgos afrodescendientes, de ser un habanero originario y sentimental; solo le faltó bailar un mambo en el Café Havana con Hilaria. De otro lado, el gazapo de las Maldivas por Malvinas no fue casual. Si bien Obama nos recordó a Bush, destaquemos que este tipo de “equivocaciones imperiales” reflejan el consuetudinario cinismo que el Gran Hermano hijo de la gran reina, ha mantenido frente a estos resabios de otras épocas. Es, digamos, una mezcla de arrogancia, diplomacia y cinismo neocolonialista. La equivocación ocurrió con el término de origen romance y no podía ocurrir con el anglosajón, que es el que tienen claro; en los dos nombres, en la denominación, está la lucha por la soberanía y la descolonización.

Pero la guayabera de Obama se quedaría corta ante los desafueros de al menos 15 agentes del servicio secreto de EEUU quienes, afectados por el aire caribeño y el clima tropical, dieron un alto a la férrea disciplina para ponerse a perseguir mujeres en las calles y locales nocturnos cartageneros. Tan importantes agentes tuvieron que ser expulsados por mala conducta ante las serias y reiteradas quejas que su lujuria desatada estaban provocando. Pero esto no es todo. Vino el turno de Hilaria, aquella que se deshizo en carcajadas ante el linchamiento de Gadaffi. En compañía de miembros del servicio secreto ―no sabemos si en el grupo se encontraban algunos de los mala conducta aunque suponemos que sí― Hilaria irrumpió en el Café Havana, regentado por un italiano muy parecido al actor Jean Reno, local donde se empinó unas frías y bailó al ritmo de la música cubana.

Finalmente, tenemos entonces que las “anécdotas“de la delegación gringa se pueden resumir en: sexualidad desatada, indumentarias cubanas, rumbas al estilo cubano y un gazapo elegantemente deslizado. Todas relacionadas con los dos temas “calientes” de la cumbre: Cuba y Las Malvinas. ¿Un intento de mitigar la actitud defensiva que mantuvieron frente a estos temas? Puede ser.

Los espectáculos sirven para distraer, pero más que la guayabera de Obama o la rumbita que se tiró Hilaria, nada resonó más en la cumbre que la presencia del primer “Consenso sin Washington”, digno de celebrar con tabaco y ron.

amauryalejandrogv@gmail.com

@maurogonzag

lunes, 16 de abril de 2012

Unidad Cívico-Militar o el pueblo en armas: pilar del proceso bolivariano

A 10 años hace del golpe de Estado que intentó dar al traste con el proceso de recuperación de la soberanía y la dignidad nacional, podemos decir ―aunque esto sea un debate― que sí es posible desde el Estado burgués gobernar para las grandes mayorías, contodas las contradicciones que esto implica. Son 10 años en los que se han alcanzado grandes logros materiales y espirituales para todos los venezolanos ―sin exclusiones―, en un contexto de gran politización y de un ejercicio de las “libertades” que solo se da en Venezuela.

Una de esas libertades, ejercida de una manera que dificilmente veamos en otras países del mundo que no formen parte de los países de la ALBA, es la llamada libertad de expresión, que ha sido practicada y ejercida sin ningún tipo de responsabilidad por las varias empresas audiovisuales e impresas, quienes la han confundido con una supuesta libertad para conspirar, presionar y pasar por encima de la ley. Una grave distorsión capitalista que fue utilizada sistemáticamente para concretar el golpe de Estado del 11 de abril de 2002, que incluiría esta vez la "libertad" para no decir lo que tenían que decir, para callar criminalmente  y negarle a la sociedad su derecho a la información, por lo que este pasó a la historia como el primer golpe mediático del mundo.

Flamante cualidad del golpe de abril que fue celebrada cínicamente por los civiles y militares golpistas. Personajes de la política, del mundo empresarial, de la cúpula eclesiástica, articulados con algunos militares de alta jerarquía y los tradicionales factores externos quienes, en un acto de gran subestimación del pueblo y de gran ignorancia de lo que Chávez representaba ―y que aún representa―, estuvieron muy lejos de intuir siquiera que en nuestra Fuerza Armada no tendría efecto eso que llaman en el campo castrense "obediencia debida", y que en las dictaduras del Cono Sur sirvió para librar de culpa durante a un tiempo a militares que habían violado derechos humanos fundamentales obedeciendo “órdenes superiores”.

Los planificadores del golpe oligárquico no repararon en el hecho de que Chávez es la encarnación cabal de lo cívico-militar, del pueblo ejército, el factor aglutinador por excelencia no solo de corrientes, partidos y movimientos, sino de dos universos que durante la Cuarta República se mantuvieron convenientemente separados: el de lo civil y el de lo militar. Pero la historia de nuestro ejército ha sido la de un pueblo en armas que ha sido el único que ha salido de sus fronteras no para conquistar sino para liberar pueblos. Ignorar esa tradición heroica y profunda fue lo que hizo la oligarquía. Soberbio error.

Fueron diversos factores los que confluyeron para que se convalidara la tesis ceresoleana de gobierno-pueblo-fuerza armada, en unos hechos que trastocaron temporalmente al primero, al gobierno, y que precipitó un movimiento sociopolítico donde los otros dos, pueblo y fuerza armada, en unidad fundamental, fusionados, restauraron a aquel.

El cemento de tal bloque, hoy día podemos decir, fue la comunicación popular, una red informativa entretejida en medio de una gran voluntad de vivir, que generó un consenso popular que hizo factible el regreso del presidente Chávez, en unos hechos que así como demostraron algunos postulados de la filosofía política, sentaron también precedente.

Finalmente; unidad cívico-militar y política comunicacional, en medio de la jauría reaccionaria, fueron determinantes para el regreso de un líder popular que inauguraría un período luminoso para toda la región, período que durará mucho más. Para esto hay por ahora una condición: el triunfo en las venideras elecciones del 7-O.

Editorial Poder en la Red

martes, 10 de abril de 2012

Electivismo crítico creador: un mensaje para los puristas teóricos

José Carlos Mariátegui
Luego de 13 años de proceso bolivariano es apreciable la conciencia política alcanzada por los venezolanos, con todo y el bombardeo cotidiano de las instancias ideológicas del sistema; con todo y que sigamos siendo una sociedad capitalista que lucha por transformarse en una socialista.

Esa conciencia nos permite ver con claridad quienes son los enemigos de la patria, del pueblo, de la soberanía y autodeterminación de la nación. Pero además esa conciencia, que en un proceso de cambio social hay que mantener clara y lúcida, nos permite ver que, en el marco de la modernidad capitalista en todas las presentaciones que de ella hemos conocido, existe un peligro histórico que, haciendo su aparición en todos los procesos revolucionarios, tiene el poder para trocar un proyecto de liberación social auténtico en una nueva forma de dominación. Estamos hablando de la izquierda religiosa, de la ortodoxia formadora de nomenclaturas y promotora del sectarismo cainita; estamos hablando de filiaciones teórico-políticas pasionales promotoras de la división. Tal situación ha dividido históricamente a los sectores impugnadores del capitalismo, y nos llama hoy por hoy a trabajar en la completa renovación ética y teórica de la izquierda, merecida y necesaria.

Ese panorama de una izquierda fragmentada en función de distintas visiones de la revolución, preferencias ideológicas ―modas incluso― o distintas filiaciones teórico-políticas, en nuestro actual contexto electoral ha hecho imperativo la construcción no espasmódica de la unidad de todos los partidos y movimientos que apoyan a la Revolución bolivariana en el Gran Polo Patriótico, siendo el presidente Chávez el gran factor aglutinador en este proceso, lo cual por otra parte le crea al movimiento una dependencia nada sana de la figura histórica del indiscutible líder.

En tal sentido, no resulta nada alentador de cara al futuro de un proceso de cambio social al que le falta mucho por recorrer, que existan todavía estas pasiones irreductibles aderezadas muchas veces con una tozuda inmadurez política. Incluso hasta es, muchas veces, un problema de perspectivas de conocimiento, con lo que me refiero a que se hacen presentes los consuetudinarios problemas de colonialismo mental, situación que si bien algunos no dudan en calificar como meras divagaciones idealistas, cuando no de la más pura paja, es una realidad tan presente y tan verificable como el cínico y rancio neocolonialismo que constatamos hoy en las Malvinas.

Tales planteamientos, los hago no sólo para destacar lo fundamental de la unidad del bloque revolucionario de cara a las luchas que vienen, sino a propósito de un comentario dejado hace un tiempo en la sección “Nosotros” del portal Poderenlared.com, en el que se hace una crítica dirigida a la conceptualización del proyecto que comienza con la alusión a la supuesta “incapacidad que tenemos los venezolanos para definir criterios políticos”. Citemos el comentario completo hecho por el compañero Camilo:

No entiendo la incapacidad que tenemos los venezolanos para definir criterios políticos, padecemos el sempiterno eclecticismo. Ustedes son una muestra comienzan hablando de contra-hegemonía categoría comunista-gramsciana, después plantean el fortalecimiento del Estado de bienestar posición socialdemocrata europea, mientras argumentan la necesidad de la construcción del socialismo libertario idea anarquista para terminar diciendo que desean convertirse en el portal de la GRAN clase media venezolana, por favor…”

Bienvenida la crítica de Camilo. Y no ahora sino desde que la leí en su momento. Debo decir en primer lugar, a Camilo y a los que nos leen, que la asunción crítico electiva o, también, el electivismo crítico creador, es lo que ha caracterizado a lo mejor del pensamiento latinoamericano en su permanente intercambio con la historia y con las distintas corrientes y escuelas de pensamiento, modas y paradigmas que nos han llegado de otras latitudes. ¿De qué se trata este electivismo crítico creador? Es una postura teórica. Como diría el filósofo cubano Antonio Bermejo, es una actitud cosmovisiva y epistémica; incluso podríamos considerarlo un método, una visión de complejidad, además de ―y esto lo consideramos importante― un antídoto frente al llamado eclecticismo. Es decir, que ni ecléctico ni sempiterno.

Agreguemos además, apretadamente, que esta asunción crítica electiva fue una cualidad y actitud teórica-metodológica que caracterizó el pensamiento del Amauta Mariátegui. ¿En qué consiste? Básicamente, en la articulación armónica y coherente de las distintas corrientes teóricas, en su selección y recreación en función de una realidad social concreta. Complejo pero no incomprensible. Una postura propia de la capacidad de síntesis que está presente en nosotros mismos como indo-afro-americanos. De tal manera, decir que padecemos de eclecticismo es más bien padecer de escepticismo, como incredulidad rozante de fatalismo y derrotismo.

Ciertamente, en esa descripción nos tomamos la libertad de desplegar conceptos que, en apariencia, parecen contradictorios e incluso contrapuestos, y qué decir de las connotaciones románticas de algunas de las expresiones utilizadas. Yo no sé si estemos ante una manifestación de purismo teórico-filosófico, pero el proceso de contra-hegemonía no suena antitético frente al de Estado de bienestar, concepto que entendemos, dicho sea de paso, a nuestra manera.

Finalicemos con esta pregunta ¿Considerar a la Gran Clase Media como público destinatario de un proyecto comunicacional, impide que nos identifiquemos con el socialismo libertario?

amauryalejandrogv@gmail.com

@maurogonzag