Palabras clave: Batalla de ideas, política, crítica, transformación, diálogo, innovación, cambio de época, amplitud, bloque histórico, lectura, análisis, verdad, belleza, sueños, liberación.

lunes, 12 de marzo de 2012

Ricardo Lagos en Banesco y sus "palabras para la oposición venezolana"

Ricardo Lagos, ex-presidente de Chile
La conferencia pública realizada el sábado en los espacios de Banesco, denominada  “Palabras para Venezuela”, como ya se sabe constituye la cuarta edición de un evento que tiene por lema “Visiones de una economía con rostro humano”, eventos que se han realizado en años determinantes para el futuro de nuestra sociedad, como por ejemplo en años de gran “conflictividad política” (2002) o simplemente en años electorales (2004). Conocemos la historia del 2002, de ahí el eufemismo que utilizo. Respecto al año 2004, sabemos que este fue mucho más que un año electoral. Este fue el año del referéndum, un acontecimiento sin precedente que no sólo ratificó a Hugo Chávez como presidente, sino que consolidó la democracia protagónica venezolana como la más avanzada del mundo.

Esto nos habla del carácter orgánico que tienen estos eventos respecto a la campaña nacional e internacional contra el presidente Chávez y el proceso que lidera, por lo que está bastante lejos de ser casual que, por ejemplo, Felipillo haya vuelto con el tema de la “alternancia” como “esencia de la democracia”, lanzando además comentarios como ese de que gobernó catorce años tras los cuales él sabía que la gente estaba cansada de él, añadiendo además que hasta estaba cansado “de él mismo”. No recuerdo aplausos más apasionados que los que se dieron tras estas palabras de Felipillo.

Debo decir que no escuché completa la intervención de Cardozo, y que nadie duda de la experiencia y los conocimientos que portan estos tres personajes que hablaron ayer en el conocido banco privado. Mis respetos para ellos; ojalá en las filas de nuestra oposición tuviéramos políticos de esa “seriedad”. Ahora bien, a pesar de que el ex presidente español quiso alejarse del matiz tecnócrata en su discurso con aquello de que observar los “estados de ánimo” de los pueblos era más científico que lo que dicen los economistas, palabras-conceptos como “crecimiento”, “productividad”, “competitividad”, fueron dominantes en su intervención, en un evento donde por cierto se habló de la “globalización” como si fuera la gran novedad teórica brotada recientemente de las excelsas cabezas de las ciencias sociales del norte del mundo, o el último alarido de las ciencias sociales. Como si ese foro fuera pendejo; bueno. 


Sin embargo, más allá de estos planteos y de los malabares retóricos de estos veteranísimos de la política en “clave norte”, lo que me motivó a escribir estas líneas fue la intervención del chileno Ricardo Lagos, en la que se expuso una visión de la democracia muy distinta a la presentada por González, y en la que me pareció advertir también un importante mensaje dirigido a la oposición venezolana, sobre todo al sector más disociado, aventurero y obcecado.

Lagos inició sus palabras agradeciendo a Venezuela por haber acogido a muchos de sus compatriotas cuando en su país “se apagó la libertad”. Una libertad por cierto que todos gozaban durante el gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende, aunque por supuesto no fuera el momento para que Lagos recordara un proceso político que hoy reconocemos como antecedente de la Revolución bolivariana en tanto vía pacífica hacia el socialismo, o revolución social utilizando los mecanismos del Estado burgués.

Pero como no es nuestra intención comentar cada palabra del chileno, vayamos de una vez a lo que dijo sobre lo que para él, a diferencia de Felipillo, es la esencia de la democracia. Ricardo Lagos hizo un interesante énfasis en la necesidad de que los gobernantes tengan una “mirada larga”, “que trascienda el período de gobierno”, destacando la importancia de las políticas de “consenso nacional” como esencia de la democracia y vía privilegiada para la realización efectiva de los proyectos de largo plazo. En este sentido, para Lagos la construcción de consenso, vale decir uno de los tres determinantes de la política para Dussel, constituye la esencia de la democracia.

Recordemos que en la construcción del consenso como proceso, como ejercicio de la práctica discursiva, está la participación como incorporación consciente y en condiciones de igualdad en los procesos de toma de decisiones. De ahí que estemos de acuerdo con el chileno en esta parte de sus planteos que, como veremos, tienen un sabor crítico dirigido a ciertas prácticas políticas caracterizadas por el sectarismo, la inmadurez y la cortedad de mirada.

Concretamente, la aseveración de Lagos sobre la importancia de que los dirigentes tengan una “mirada larga”, pone de relieve una importante cuestión: si es vital para la efectiva ejecución de las grandes políticas públicas de mediano y largo plazo, que exista consenso en torno a un proyecto nacional de país, el comportamiento reaccionario y antipolítico que ha caracterizado a una oposición que sólo en tiempos recientes ha reconocido y comenzado a respetar a la Constitución de la República, ha impedido la construcción del consenso que Lagos plantea con vehemencia como condición para la continuidad de las grandes políticas públicas, dando por sentado el escenario de la alternancia luego de finalizado el periodo de gobierno. Ahora bien, la construcción del consenso hacia una “hegemonía popular”, es una tarea que está planteada en el seno del Gran Polo Patriótico.
 

Ahora, en el caso de Venezuela, los rasgos de la lucha política parecen dificultar el eventual logro del consenso en torno al Proyecto Nacional Simón Bolívar, una visión de país que no ha sido compartida en lo más mínimo por los sectores oposicionistas, y a la que recientemente se le opuso un proyecto de fuertes rasgos neoliberales, antagónico de aquel. Tenemos así una polarización de proyectos que expresa la ausencia de consenso en torno al Plan de Desarrollo que viene ejecutando el gobierno bolivariano, lo cual ha entronizado la convicción de que en un eventual acceso de la oposición al gobierno, no solo se daría una simple interrupción de la continuidad, sino que volveríamos pa tras, con todo y que esto sea imposible. De otro lado, la mayoría del pueblo venezolano ha relegitimado en varias oportunidades al presidente Chávez, dándole además la oportunidad de postularse para un tercer mandato con la aprobación de la enmienda constitucional en febrero de 2009.

De tal manera, si planteamos que el proceso bolivariano ha enarbolado siempre la inclusión como una de sus políticas centrales sin que esta signifique, sin embargo, la exclusión de los que siempre estuvieron incluidos, y de esto existen datos y realidades objetivas verificables, el llamado de Lagos esta evidentemente dirigido a una oposición venezolana recalcitrante como ninguna, que parece no haber aprendido a estas alturas a pensar en términos nacionales, pudiéndose constatar ―porque nunca ha sido un secreto― su articulación y supeditación a intereses foráneos por todos conocidos, todo lo cual hace de ella una clase política que se ubica al margen del actual proyecto político nacional de desarrollo. En pocas palabras, hemos visto como Lagos ha afirmado que el consenso en torno al Plan Nacional es vital para la realización de los proyectos de largo plazo, y como en el caso venezolano hemos tenido una oposición que se ha esforzado, como si firmeza fuera igual a obcecación y recalcitrancia, por boicotear todo proyecto y desconocer cada logro ―que han sido muchos― del gobierno bolivariano, siendo su deber como dirigentes políticos a los que se les ha permitido ocupar espacios en el sistema político, trabajar en función del bienestar del país.

Es así, como podemos decir que Lagos ha regañado a la oposición venezolana, pidiéndoles más seriedad y más capacidad para trabajar con un gobierno que no los ha excluido y que reiteradamente los ha llamado a participar en los grandes proyectos de desarrollo del país. Sin embargo, no podemos engañarnos respecto a la lectura general que podemos hacer del evento en Banesco, que como mencionamos al principio forma parte de la campaña mediática, ideológica y cultural internacional que existe contra los gobiernos populares de la región, particularmente contra los del Alba, cuyos presidentes si podrían ofrecer unas “Palabras para Europa”, que es la que realmente necesita un poco de orientación.

amauryalejandrogv@gmail.com
@maurogonzag

No hay comentarios:

Publicar un comentario