Palabras clave: Batalla de ideas, política, crítica, transformación, diálogo, innovación, cambio de época, amplitud, bloque histórico, lectura, análisis, verdad, belleza, sueños, liberación.

martes, 28 de junio de 2016

La salud del ser humano y la verdad incómoda del cáncer

La_salud_del_ser_humano_la_verdad_incomoda_del_cancer
Con una sutileza admirable, Vázquez trasladó la gravedad del cáncer como enfermedad a sus implicaciones crematísticas, preguntándose cuánto de este dinero no podría invertirse, envés de en tratamientos, en políticas sociales orientadas a fomentar la calidad de vida en la gente. Y es que, cualquiera que se acerque al tema y verifique las cifras de su país respectivo, sobre todo si vive en América Latina o en cualquier otro país de Occidente, podrá darse cuenta que la preocupación del presidente, la vehemencia con la que habló, es producto de una realidad que ya es inocultable: a pesar del ingente gasto −son $4.500 millones−, los diagnósticos y las muertes siguen aumentando. Es decir, todo ese dinero no está salvando las vidas de la gente enferma de cáncer, una realidad que pudiera llevarnos a decir que esos miles de millones están cayendo en saco roto. Pero no es así; ese dinero ingresa en las cuentas de quienes proveen las formas predominantes de diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. De ahí, que el presidente haya dicho:

Puede resultar antipático mencionar este aspecto, pero es parte de una realidad incómoda que hay que transformar

    Sí, puede resultar antipático hablar de una realidad incómoda como la de una industria millonaria que se alimenta del sufrimiento y la muerte de gente que contrajo una enfermedad perfectamente prevenible y que, de paso, no mata. Esta realidad alude una problemática que nos sacaría de nuestro tema central, por lo que invitamos a los lectores a profundizar en un tema sobre el cual hay abundante información, entre documentales, estudios, informes, reportajes, que pueden encontrarse en la Red. Advierte Tabaré que de no tomarse medidas inmediatas, para el año 2030 un millón de latinoamericanos morirán anualmente, solo de cáncer; y 7 millones más en el mundo verán finalizada su vida por una enfermedad que “es previsible y que diagnosticada a tiempo y tratada adecuadamente, es curable.

El cáncer en el mundo va a matar por año más personas de las que mató la Segunda Guerra Mundial

Vázquez, visiblemente alarmado, enfatizó que había que tomar conciencia de lo que ya puede considerarse una “brutal pandemia” que estamos sufriendo; una pandemia como nunca antes la humanidad conoció. Una pandemia, agrego, nunca antes conocida por la humanidad porque esta no ha despertado o no ha tenido el valor de encarar esta realidad en toda su grandilocuente perversión.

¿Qué propone Tabaré Vazquez?

Cito, tal como lo planteó el presidente: “Para enfrentar y revertir la creciente morbilidad y mortalidad del cáncer y otras enfermedades no transmisibles es imprescindible adoptar decisiones y posiciones políticas e instrumentar estrategias sistémicas para batir la pobreza, para generar inclusión social, para promover educación, para impulsar hábitos de vida saludables; fortalecer sistemas de salud integrados que incluyan programas nacionales para la prevención primaria, detección temprana, diagnóstico a tiempo, tratamiento, rehabilitación y seguimiento a largo plazo de estas enfermedades."

Como ya veremos, estas son propuestas generales que sin duda son importantes y necesarias en un primer abordaje, pero que se enmarcan en el viejo paradigma; la vieja visión sobre la salud. La cosa no es tan sencilla. Ahora bien, lo que en Occidente llamamos el "nuevo paradigma", es algo que en el Oriente sabe desde hace mucho, mucho tiempo. El nuevo paradigma, en las sociedades post-modernidad de la segunda década del siglo XXI, es la vieja sabiduría, los viejos conocimientos ancestrales, presentes también en nuestro continente en tradiciones como la maya, quechua y aymara, pero en nuevas circunstancias.

Veamos...

miércoles, 22 de junio de 2016

La salud del ser humano en este "manicomio administrado por sus pacientes"

La_salud_del_ser_humano_en_este_manicomio_administrado_por_sus_pacientes
Lo que está pasando con la salud de la gente, con la salud del ser humano como un todo, no parece estar hablando muy bien de nosotros; particularmente de nosotros los occidentales, incluyendo a los que fuimos occidentalizados a la fuerza por razones históricas ya conocidas. Para ser personas formadas alrededor de la idea de razón; para ser "animales políticos" "racionales" que no solo distinguen entre el placer y el dolor sino entre lo justo y lo injusto, no nos está yendo muy bien que digamos.

Durante el pasado siglo tuvieron lugar guerras civiles y mundiales de una magnitud, crueldad y poder de exterminio sin precedente en el mundo. Estas dieron unos cuantos golpes duros a la Fe que el hombre (sí, esta vez solo podemos hablar del sexo masculino) hasta el momento había profesado, con pasión desenfrenada y ciega, a la razón. Tanto así fue que surgieron movimientos y corrientes de pensamiento que empezaron a cuestionar (desde la razón), a la razón misma. Desde la crítica a la razón instrumental de los teóricos de la Escuela de Frankfurt hasta eso que se dio en llamar posmodernidad, definivamente algo no estaba bien en medio de tanta ciencia y tanta técnica. Se había creado un monstruo peligroso que se tornaba incontrolable y que ponía en el ojo de la tormenta el viejo tema de la naturaleza humana.

Se trataba otra vez de un baño caliente de modernidad pura; del triunfo de Maquiavelo, Hobbes, el pensamiento cristiano, y en general de todas las corrientes y propuestas que nos definieron ante todo como seres malvados por naturaleza, indistintamente de los contextos íntimos, sociales y atmosféricos. Así, en la película El abogado del diablo (1997), Al Pacino (el diablo), durante el clímax de las revelaciones, le dice a su confundido y atormentado hijo (Keanu Revees) que no podía haber duda de que el siglo XX había sido todo suyo. Viéndolo así, hasta suena convincente. Hacemos estas reflexiones sobre la razón, porque lo que está pasando con la salud del ser humano Hoy, no es para nada razonable. Perdón, sí lo es. Sí, se trata de algo perfectamente razonable, como ya veremos. Aquí, pues, la segunda entrega.

***

Los llamados al ser humano a cambiar su estilo de vida, su mentalidad, su manera de producir y reproducir la vida, se vienen presentando de forma silenciosa pero contundente en las cifras que arrojan respetados entes multilaterales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otras instituciones. Hemos visto también, como en algunos programas de entrevistas en radio o televisión, en la sección de salud de algún noticiero o en las reflexiones de algunos coachs, motivadores, astrólogos, yoghis, psicólogos y gurús de diverso tipo, surge constantemente el tema sobre el sufrimiento del ser humano contemporáneo, y consecuentemente la importancia de expandir la consciencia sobre esas actitudes y hábitos que amenazan o impiden nuestro bienestar y, más importante aún, todo aquello relacionado con nuestras capacidades, con nuestro poder.

Alguien pudiera decir que estos gurús siempre han existido; que en la vida los problemas de salud siempre han estado ahí y que, en ultima instancia, hay que preocuparse por cosas más importantes como estudiar y trabajar duro para conseguir todo aquello sin lo cual, de acuerdo a lo que nos dijeron, difícilmente podamos alcanzar la felicidad. Y si sobreviene la enfermedad, pues ahí están los hospitales y las clínicas con sus médicos que estudiaron bastante en la universidad para salvar nuestro pellejo cuando, por razones que aceptamos como normales, empezamos a padecer de alguna enfermedad crónica que amenaza nuestra vida. Después de todo, estamos “asegurados” o tenemos “acceso” a la salud. Pero esta vez, en sintonía con un agravamiento sin precedente de la salud mundial y, en sintonía con una singular y emergente toma de conciencia sobre lo que hemos estado haciendo con nosotros mismos como humanidad, como especie, el llamado se produjo desde el púlpito de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

El mundo se parece demasiado a un manicomio administrado por sus propios pacientes

Fue a finales de septiembre de 2015, en el contexto de la 70° Asamblea General de la ONU, cuando el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, en su condición de médico oncólogo, se refirió al tema de la salud mundial en forma directa y dramática, dejando las esquirlas de la bomba que soltó flotando en la conciencia de los presentes y de todos aquellos que lo escucharon. No obstante, la cita de arriba fue tomada de su discurso, ya tocando su final, como para que no quedara duda del carácter de su crítica cultural. ¿Qué hemos hecho, y que estamos haciendo como sociedades modernas formadas por seres “sapientes” que habitan el mundo de la segunda década del siglo XXI? Con todo y la importancia de lo que dijo, de la elocuencia de los números presentados, medios como TeleSur y muchos otros prefirieron destacar de su intervención −seguramente por su perfil− que pidió el cese del bloqueo a Cuba y que manifestó su apoyo al proceso de paz en Colombia.

Ahorrándonos el preámbulo de su discurso, donde deja claro lo que la salud pública significa para cualquier gobernante, empecemos por su diagnóstico de la situación, el cual expresó con la siguiente frase: “enfrentamos una realidad preocupante e inexcusable a nivel de todo el planeta tierra”. A continuación, Vázquez dio sustento a su afirmación. Según recientes estudios e informes de la OMS, la carga mundial de morbilidad está pasando de las enfermedades infecciosas, de las enfermedades agudas, a las enfermedades crónicas no transmisibles. Las afecciones crónicas como las cardiopatías y los accidentes cerebro vasculares, destacó Vázquez, son las principales causas de muerte en todo el mundo. A estas afecciones se suman otras enfermedades no transmisibles vinculadas sobre todo al estilo de vida que hemos tenido y profundizado en nuestras sociedades de hoy.

Estamos hablando de que entre el 60 y el 70% de la morbi-mortalidad en el mundo, se debe a enfermedades crónicas no transmisibles como las cardiovasculares ya mencionadas, a las que se suma el cáncer, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y la diabetes, entre las de mayor incidencia. Por razones de peso, el presidente se detuvo en el cáncer. Esta enfermedad le cuesta a Latinoamérica 4.500 millones de dólares por año, cifra alimentada por lo costos directos como consultas, estudios, diagnósticos, tratamientos, medicamentos, internado, cuidados, paliativos; e indirectos como gastos en traslados y alojamiento, pérdida de productividad, etc.

Continúa...

domingo, 19 de junio de 2016

La salud del ser humano en la transición hacia una nueva era

Por Amaury González V.*

El artículo que presento hoy a los lectores es la introducción a un texto que pretende abordar el tema de la salud del ser humano, ese que hemos llamado “homo sapiens”, desde una perspectiva integral. Esto quiere decir que hoy, bien entrado el siglo XXI y con la información que se ha socializado, gran parte de ella disponible en la Red, es posible −y necesario− abordar un tema tan importante y esencial para nuestra vida desde el ángulo biológico, pero también el psicológico, social, mental y espiritual.

Como todos los temas trascendentes, este reviste de una complejidad que nos llama a relacionar las cosas para poder verlas como en realidad son. Y relacionar las cosas, en primer lugar, significa que tenemos que definir lo mejor posible eso que somos. La respuesta a la pregunta “¿qué somos?” nos dará la base necesaria que nos permitirá discurrir sobre nuestra salud, y sobre esa base formarnos un criterio para poder evaluar nuestro estado de salud como sociedad y, sobre todo, descubrir el potencial especial que tenemos como unidad. Porque eso es lo que somos, una unidad biológica, psicológica y social.

Así lo aprendemos en la universidad cuando se presenta el debate mente vs. cuerpo, luego de lo cual, para quienes hemos estudiado ciencias sociales, agregamos el ser social, destacando nuestra indiscutible naturaleza gregaria sin la cual no podríamos definirnos como especie. Y si bien esta parece ser una definición completa de lo que somos, hoy está claro que no podemos hablar de hombre o mujer sin agregar a la definición el factor mental y espiritual. De alguna forma, estos aspectos están presentes en la mencionada tríada de lo bio-psico-social; sin embargo, creemos que no lo han estado como deberían, o no se ha tomado consciencia de su omni-presencia, en razón del predominio de paradigmas científicos que hoy bien pueden considerarse que están de salida.

Al definirnos y comprendernos como una unidad bio-psico-socio-espiritual, podemos decir que ya tenemos una base sólida de la cual partir para poder diagnosticar mejor los padecimientos de los hombres y mujeres de este mundo y, por tanto, definir no solo la mejor terapia sino dar con aquellas claves que nos permitirán transformar nuestro estilo de vida o, la forma de ver nuestro tránsito por el mundo. Y si me apuran un poco, desde ya podemos darle preeminencia a nuestro aspecto espiritual definiéndonos en primer lugar como seres espirituales; cuerpos energéticos-luminosos, dotados de facultades intelectuales, viviendo en un cuerpo físico.

Pero, ¿hay razones que nos muevan a cambiar nuestro estilo de vida?, ¿es acaso nuestra forma de vivir la mejor de las formas posibles? ¿Es que la propuesta de cambiar nuestro modo de vivir es una cuestión de moda, de una nueva new age? Pues no. Muy lejos de eso. Si hubo algo que me motivó a escribir este artículo, después de muchas lecturas y aprendizajes durante los últimos años, es un hecho constatable y pasmosamente verificable: la gente está muriendo.

Sí, la gente muere o está viviendo para morir. Es verdad que todos morimos; que todos moriremos algún día. Talvez, esta fue la realidad que quiso señalar Borges cuando dijo que “Morir es una costumbre que suele tener la gente”. Mucha gente fallece luego de una larga vida, por causas naturales. La gente también muere en las guerras y en todas las formas de violencia criminal relacionadas con desigualdades, injusticias, las drogas y las armas; pero eso sería materia de otro artículo. Lo que me interesa destacar aquí, es que la gente está muriendo de enfermedades que pudieran evitarse o prolongando una vida de enfermedad y sufrimiento. En primer lugar, echemos un vistazo al panorama y cobremos consciencia del estado de la cuestión.

Continúa...

*Este artículo, el primero de una serie donde abordaremos el tema referido en el titulo, marca el comienzo de la nueva etapa de Ágora Caracas, haciendo honor a la descripción planteada en el encabezado, que concibe este espacio como un aporte para la expansión de la conciencia; un tema amplio que considero más pertinente y necesario para la nueva época que se abre para la humanidad. Sobre esto, nos iremos explicando. Y como siempre, bienvenidos tus comentarios y reflexiones.