Palabras clave: Batalla de ideas, política, crítica, transformación, diálogo, innovación, cambio de época, amplitud, bloque histórico, lectura, análisis, verdad, belleza, sueños, liberación.

martes, 10 de abril de 2012

Electivismo crítico creador: un mensaje para los puristas teóricos

José Carlos Mariátegui
Luego de 13 años de proceso bolivariano es apreciable la conciencia política alcanzada por los venezolanos, con todo y el bombardeo cotidiano de las instancias ideológicas del sistema; con todo y que sigamos siendo una sociedad capitalista que lucha por transformarse en una socialista.

Esa conciencia nos permite ver con claridad quienes son los enemigos de la patria, del pueblo, de la soberanía y autodeterminación de la nación. Pero además esa conciencia, que en un proceso de cambio social hay que mantener clara y lúcida, nos permite ver que, en el marco de la modernidad capitalista en todas las presentaciones que de ella hemos conocido, existe un peligro histórico que, haciendo su aparición en todos los procesos revolucionarios, tiene el poder para trocar un proyecto de liberación social auténtico en una nueva forma de dominación. Estamos hablando de la izquierda religiosa, de la ortodoxia formadora de nomenclaturas y promotora del sectarismo cainita; estamos hablando de filiaciones teórico-políticas pasionales promotoras de la división. Tal situación ha dividido históricamente a los sectores impugnadores del capitalismo, y nos llama hoy por hoy a trabajar en la completa renovación ética y teórica de la izquierda, merecida y necesaria.

Ese panorama de una izquierda fragmentada en función de distintas visiones de la revolución, preferencias ideológicas ―modas incluso― o distintas filiaciones teórico-políticas, en nuestro actual contexto electoral ha hecho imperativo la construcción no espasmódica de la unidad de todos los partidos y movimientos que apoyan a la Revolución bolivariana en el Gran Polo Patriótico, siendo el presidente Chávez el gran factor aglutinador en este proceso, lo cual por otra parte le crea al movimiento una dependencia nada sana de la figura histórica del indiscutible líder.

En tal sentido, no resulta nada alentador de cara al futuro de un proceso de cambio social al que le falta mucho por recorrer, que existan todavía estas pasiones irreductibles aderezadas muchas veces con una tozuda inmadurez política. Incluso hasta es, muchas veces, un problema de perspectivas de conocimiento, con lo que me refiero a que se hacen presentes los consuetudinarios problemas de colonialismo mental, situación que si bien algunos no dudan en calificar como meras divagaciones idealistas, cuando no de la más pura paja, es una realidad tan presente y tan verificable como el cínico y rancio neocolonialismo que constatamos hoy en las Malvinas.

Tales planteamientos, los hago no sólo para destacar lo fundamental de la unidad del bloque revolucionario de cara a las luchas que vienen, sino a propósito de un comentario dejado hace un tiempo en la sección “Nosotros” del portal Poderenlared.com, en el que se hace una crítica dirigida a la conceptualización del proyecto que comienza con la alusión a la supuesta “incapacidad que tenemos los venezolanos para definir criterios políticos”. Citemos el comentario completo hecho por el compañero Camilo:

No entiendo la incapacidad que tenemos los venezolanos para definir criterios políticos, padecemos el sempiterno eclecticismo. Ustedes son una muestra comienzan hablando de contra-hegemonía categoría comunista-gramsciana, después plantean el fortalecimiento del Estado de bienestar posición socialdemocrata europea, mientras argumentan la necesidad de la construcción del socialismo libertario idea anarquista para terminar diciendo que desean convertirse en el portal de la GRAN clase media venezolana, por favor…”

Bienvenida la crítica de Camilo. Y no ahora sino desde que la leí en su momento. Debo decir en primer lugar, a Camilo y a los que nos leen, que la asunción crítico electiva o, también, el electivismo crítico creador, es lo que ha caracterizado a lo mejor del pensamiento latinoamericano en su permanente intercambio con la historia y con las distintas corrientes y escuelas de pensamiento, modas y paradigmas que nos han llegado de otras latitudes. ¿De qué se trata este electivismo crítico creador? Es una postura teórica. Como diría el filósofo cubano Antonio Bermejo, es una actitud cosmovisiva y epistémica; incluso podríamos considerarlo un método, una visión de complejidad, además de ―y esto lo consideramos importante― un antídoto frente al llamado eclecticismo. Es decir, que ni ecléctico ni sempiterno.

Agreguemos además, apretadamente, que esta asunción crítica electiva fue una cualidad y actitud teórica-metodológica que caracterizó el pensamiento del Amauta Mariátegui. ¿En qué consiste? Básicamente, en la articulación armónica y coherente de las distintas corrientes teóricas, en su selección y recreación en función de una realidad social concreta. Complejo pero no incomprensible. Una postura propia de la capacidad de síntesis que está presente en nosotros mismos como indo-afro-americanos. De tal manera, decir que padecemos de eclecticismo es más bien padecer de escepticismo, como incredulidad rozante de fatalismo y derrotismo.

Ciertamente, en esa descripción nos tomamos la libertad de desplegar conceptos que, en apariencia, parecen contradictorios e incluso contrapuestos, y qué decir de las connotaciones románticas de algunas de las expresiones utilizadas. Yo no sé si estemos ante una manifestación de purismo teórico-filosófico, pero el proceso de contra-hegemonía no suena antitético frente al de Estado de bienestar, concepto que entendemos, dicho sea de paso, a nuestra manera.

Finalicemos con esta pregunta ¿Considerar a la Gran Clase Media como público destinatario de un proyecto comunicacional, impide que nos identifiquemos con el socialismo libertario?

amauryalejandrogv@gmail.com

@maurogonzag

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