Jesse Chacón |
A escasas tres semanas para las elecciones presidenciales, la ventaja que todas las encuestadoras dan al candidato de la Patria, Hugo Chávez, no deja lugar siquiera para hablar de “guerra de encuestas”. Sin embargo, sí podemos decir que la cercanía de la trascendente fecha ha generado una interesante batalla interpretativa en torno a la lectura de los recientes “hechos extraordinarios” que impactarían en el comportamiento electoral.
Luego de la presentación, el pasado viernes 14, de los resultados del último estudio de GISS XXI, uno de los más recientes de los que cada día se presentan, podemos decir que su “fotografía de la realidad” le da un interesante giro a la interpretación que ofreciera la encuestadora Hinterlaces la semana anterior.
Haciendo a un lado las evidentes coincidencias cuantitativas que presentan en sus resultados tanto Hinterlaces como GISS XXI, nos encontramos con una interesante contraposición de visiones en relación al mentado “hecho extraordinario”, que impactaría sensiblemente en la conciencia colectiva y por tanto en el comportamiento electoral.
Sin embargo, y haciendo a un lado esta contraposición de visiones, es bueno destacar ante todo que tanto Schemel como Chacón dejaron clara cuál es la tendencia, a estas alturas irreversible. “El escenario electoral más probable es el triunfo del presidente Chávez”, lo que está por verse es la brecha que sacará”, fueron las palabras del director de Hinterlaces a principios de mes. Poco más de una semana después, el director de GISS XXI diría que “Aún en el peor de los escenarios, el favorito para ganar las elecciones es el presidente Hugo Chávez”.
Recordemos que Schemel, quien fue uno de los que habló de la probabilidad de ocurrencia del “hecho extraordinario” que impactaría en las encuestas, adelantó a principios de mes que la tragedia de Amuay, a pesar de no tener el estudio terminado, sí había tenido efectos en el comportamiento electoral, afirmando que la brecha entre ambos candidatos se había reducido. Una brecha que, por demás, se ha mantenido en los últimos meses en un promedio de 20 puntos porcentuales.
El estudio de Hinterlaces abarcaba hasta el viernes 24 de agosto, justo un día antes de los hechos de la refinería de Amuay, por lo que Schemel afirmó que si bien no podían hablar con precisión del impacto que este hecho había tenido en la “psiquis colectiva”, sí podían adelantar que ya estaban observando que sí lo había tenido y que la brecha se había reducido, como dando esperanzas al sector de la oposición.
Ahora bien, desde principio de mes y hasta la fecha, han ocurrido otros hechos que, si bien no han incluido incendios y explosiones, han estado impactando sensiblemente a la opinión pública. Es aquí donde comienza la batalla interpretativa. Y es que, con el reciente estudio de GISS XXI, que por la fecha de su realización sí pudo considerar los hechos de Amuay, el tema de los impactos electorales de los “hechos extraordinarios” parece haber dado un giro de 360º grados.
El impacto de Amuay y el impacto del “paquetazo”
Sobre la lamentable tragedia de Amuay, el “hecho extraordinario” que de acuerdo a Schemel habría tenido un impacto importante en el comportamiento electoral, Chacón destacó que lo importante no es la mera ocurrencia de un “hecho extraordinario”, en alusión a las comparaciones que se venían haciendo con el “fenómeno atocha”, sino la reacción del gobierno y la respuesta que este tenga ante el mismo. Así las cosas, Chacón despejó dudas afirmando que “el gobierno sale muy bien valorado de su actuación en el momento en que ocurre el hecho”, aserción fundamentada en un sólido 70% de los encuestados que piensa que el gobierno y el gabinete actuaron con diligencia y eficiencia, inmediatamente después de la tragedia.
Descartada así la posibilidad de que los hechos de Amuay afectaran sensiblemente el apoyo al candidato Chávez, quien de inmediato se puso al frente de la situación, y debilitando así la expectativa creada por Schemel sobre la próxima presentación de resultados el 27 de septiembre y que demostrarían que Amuay sí redujo la brecha a favor de Chávez, Chacón reflexionó sobre otros hechos importantes que con seguridad impactaron en el comportamiento electoral: el develamiento del “paquetazo” de la MUD y las consecuencias que esto ha traído en el seno del sector opositor, como el llamado de David De Lima a no votar por Capriles, la denuncia de William Ojeda del “economicismo trasnochado” que implica presentar un programa de factura neoliberal, o el polémico y recientemente difundido video, donde un diputado del partido del candidato Capriles aparece recibiendo pesados fajos de billete para financiar actividades de campaña, todo lo cual nos habla de hechos extraordinarios, escandalosos y bochornosos para la oposición, y que tendrían también sus consecuencias electorales.
Así las cosas, y aquí observamos el giro de la situación, lo que impactará en el comportamiento electoral ya no serán los hechos de Amuay, sino el develamiento del paquetazo neoliberal de la MUD y las divisiones y preocupaciones que esto ha causado en el seno de la oposición.
De tal manera, los resultados presentados por Chacón desplazan la expectativa creada por Oscar Schemel sobre el impacto que tendrían los hechos de Amuay en la psiquis colectiva y el comportamiento electoral, hacia la expectativa por el impacto en el comportamiento electoral que seguramente han tenido los últimos hechos relacionados con la denuncia del paquetazo neoliberal de la MUD, que han incluido desde presentaciones de libros, hasta denuncias y expulsiones de varios líderes políticos opositores.
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@maurogonzag
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