Edward Snowden, el joven informático actualmente centro de la atención mundial, nació en Elizabeth City, Carolina del Norte (EEUU). Su padre, residente en Pensilvania, fue un oficial de la Guardia Costera de Estados Unidos. Su madre, Wendy, residente de Baltimore, es una empleada del Tribunal Federal de Distrito para el Distrito de Maryland. Snowden tiene además una hermana mayor que es abogada.
Luego de la revelación de Snowden sobre los planes de
espionaje masivo que adelanta la dirigencia político-militar estadounidense, su
padre declaró a ABC que estaba preocupado por su hijo y las consecuencias que
le podrían traer sus acciones, mientras que su madre ha preferido mantener el
silencio frente a la prensa.
En 1999, se mudó con su familia a Ellicott City, Maryland,
donde estudió computación en el Anne Arundel Community College con el fin de
conseguir los créditos necesarios para obtener la certificación GED (General
Educational Development Test), la
cual se otorga a todos aquellos que por diversas razones no alcanzaron a
terminar la preparatoria. De tal manera, la GED es una especie de equivalente
al diploma del que en Venezuela se conoce como bachillerato.
Siguiendo el reporte de The Guardian, Snowden se unió al ejército
en 2003, motivado por servir a su país en las Fuerzas Especiales, dado que “Quería
luchar en la guerra de Irak porque sentía que tenía una obligación como ser
humano para ayudar a liberar personas de la opresión”, llegó a decir. Sin
embargo, el 28 de septiembre de 2004, Snowden se fracturó ambas piernas durante
un entrenamiento, tras lo cual fue dado de baja.
No obstante, en medio de los entrenamientos, antes de
romperse las piernas, Snowden se desengañó sobre los objetivos reales detrás de
la conflagración con Irak, una guerra por petróleo que fue justificada,
recordemos, por la supuesta posesión por parte de Saddam Hussein de “armas de
destrucción masiva”. Snowden comprobaría que "La mayoría de las personas
en entrenamiento estaban muy emocionados en matar árabes, no en ayudar”.
Durante los últimos cuatro años, trabajó como guardia de
seguridad en la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) como empleado de empresas
contratistas, incluyendo Booz Allen y Dell, desde la que tuvo acceso a información
secreta y desde donde filtraría los oscuros planes de espionaje de la agencia,
perteneciente por cierto al conocido Complejo Militar-Industrial. En este
período, Snowden estuvo trabajando en las instalaciones de una base militar
estadounidense en Japón.
Snowden también fue agente de la CIA, la terriblemente
célebre agencia de inteligencia estadounidense, lo cual da una idea de la
información que maneja el ex agente y del por qué este tuvo que pedir asilo
político luego de hacer sus revelaciones. Fue en 2007 cuando la CIA lo destinó
a Ginebra, Suiza, como agente con protección diplomática. Esta colaboración
duraría hasta 2009, cuando pasa a trabajar con la NSA.
En mayo de 2013, antes de abandonar Estados Unidos, llevaba
poco menos de tres meses trabajando para la mencionada contratista de defensa
Booz Allen Hamilton, como administrador de sistemas, en Hawái. Según The Guardian, Snowden llevaba “una vida
muy cómoda”, devengando un salario de 200 mil dólares, acompañado por una novia
con la que vivía y con una carrera estable. Todo duraría hasta que Snowden
decidió hacer la revelación.
Desengañado desde la época en que se rompió las piernas en
medio de los entrenamientos para combatir en Irak, su responsabilidad en el
mantenimiento de las redes de computadoras significó que tuvo acceso a
documentos clasificados. Si a esto le sumamos los tres años que estuvo en la
CIA, nos damos cuenta que la historia de Snowden no se diferencia mucho de la
de muchos soldados y veteranos de guerra estadounidenses que se han convertido
en férreos luchadores sociales, luego de haber conocido al monstruo por dentro.
“De verdad me quiero enfocar en estos documentos y en el
debate que espero gatille entre los ciudadanos alrededor del mundo acerca de en
qué mundo vivimos", afirmó Snowden. "Mi único motivo es informar al
público acerca de lo que se ha hecho en su nombre y en contra de ellos", precisó
el más famoso salta talanquera imperial de los últimos tiempos.
“Estoy dispuesto a sacrificar todo eso porque no puedo tener
una buena conciencia si permito que el gobierno de Estados Unidos destruya
nuestra privacidad, la libertad en Internet y las libertades básicas para las
personas alrededor del mundo con la gran máquina de vigilancia que están
construyendo en secreto", dijo Snowden al diario británico.
Tendencias anti
bélicas y defensor de la privacidad
La agencia Efe lo describe como un partidario del anti
intervencionismo del Estado, postura que demostró con las donaciones que hizo a
la campaña del precandidato a la presidencia por el partido Republicano, Ron
Paul, conocido por su antibelicismo y su condición de libertario.
The Guardian,
describe a Snowden como alguien apasionado por la privacidad. Su laptop está
adornada con calcomanías de organizaciones que apoyan la libertad en internet,
como la Electronic Frontier Foundation (EFF) y el proyecto Tor. Es así, como
Snowden dejó pocos rastros de sí mismo en el entorno virtual; “mínimos detalles
sobre su familia” y no dejó nuevas fotografías, o actualizaciones de Facebook o
Twitter “si es que tenía una cuenta”, y ninguna relación con compañeros de la
escuela secundaria.
Según informes, Snowden presuntamente tiene un profundo
interés en la cultura popular japonesa, y estudió el idioma japonés. Otras fuentes que posee conocimientos básicos
de chino mandarín y que le interesan las artes marciales. Otros informes
señalan que en una ocasión afirmó que su religión es el budismo. No obstante,
antes del destape de la olla, Snowden estuvo en Hong Kong de vacaciones con su
novia.
Snowden, explicó que no se arrepiente de haber filtrado la
información clasificada "alto secreto" y cree que las filtraciones
han hecho que los estadounidenses ahora entiendan "que tienen el poder de
decidir por ellos mismo si están dispuestos a ceder su privacidad a un estado
de vigilancia constante".
Una de las repercusiones que ha tenido la revelación de este
plan secreto de vigilancia masiva en la Red, fue el incremento vertiginoso de
las ventas de la famosa novela 1984,
de George Orwell, obra maestra de ficción que plantea una crítica a los
sistemas totalitarios de control, anticipando la posible configuración de
sistemas sociales donde la tecnología es empleada para la manipulación y el
control total de la naturaleza y el ser humano.
Esa es la historia vertiginosa de Edward Snowden, el joven
informático que se paseó por los meandros del Complejo Militar Industrial,
hurgando de tal manera en su ADN informático, que no pudo evitar tomar la
decisión de denunciar los planes para socavar elementales derechos civiles que
constaron cientos de años de luchas a la humanidad.
Lo último que supo el mundo sobre el destino del personaje que fue la excusa para que algunos países europeos, siguiendo los dictados de EEUU, pusieran en peligro la vida del presidente boliviano Evo Morales, fue su solicitud de "asilo temporal" a Rusia, en vista de la imposibilidad de que viaje a América Latina, donde varios países, incluyendo Venezuela, le han ofrecido asilo humanitario.
Una historia en pleno desarrollo, la historia del bachiller
que saltó la talanquera del imperio.
Publicado hace unos días en PoderenlaRed.com
chotaaaaa
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