Julián Assange |
En la frase completa, Assange dice: “Los países poderosos buscan controlar todas las publicaciones y, al mismo tiempo, masificar la información con el objetivo de ahogar la verdad en un enorme flujo de propaganda y de distorsiones”, con lo cual plantea una realidad digna de ser estudiada por los actuales comunicadores alternativos y guerrilleros semiológicos.
Que los países poderosos busquen controlar de alguna manera todas las publicaciones no puede sorprendernos, en un mundo donde el centro metropolitano hoy en declive, esgrimió desde los primeros días de su dominio mundial tres armas fundamentales conocidas por todos: el dinero, las armas y la palabra, atravesadas las tres por una técnica cada vez más sofisticada y hoy ramificadas en un conglomerado nunca visto en la historia de la humanidad.
Ahora, el planteamiento de que los potentados pretendan ahogar la verdad “en un enorme flujo de propaganda y distorsiones”, no sugiere otra cosa que el problema mediático central de nuestra contemporaneidad: la desinformación por exceso, por bombardeo, por la inmediatez vertiginosa de la información producida y difundida en tiempo real. Pero también, alude Assange la influencia de la propaganda y su confusión con la información en el flujo interminable de interpretaciones y contrainterpretaciones de la realidad.
Entonces, la lucha actual de los medios comunitarios y alternativos, y de todos aquellos que entienden la política como una actividad para la liberación es, a nivel global, evitar el ahogo a la verdad.
Publicado el 24 de junio en PoderenlaRed.com
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