“Tenemos que repensar si la sede de la ONU debe estar en este país (Estados Unidos), donde su Gobierno no respeta la organización y mucho menos la soberanía de cada uno de sus miembros”, propuso el canciller venezolano, Elías Jaua, durante su intervención en la 68º Asamblea General de las Naciones Unidas.
Jaua, como vocero del Gobierno venezolano ante el organismo internacional, inició su discurso denunciando los diversos obstáculos y dilaciones por parte del Gobierno estadounidense que impidieron al presidente Nicolás Maduro hacer acto de presencia en la plenaria de la Asamblea General. También, Jaua aprovechó para agradecer el homenaje rendido al Comandante Chávez en ese recinto, el pasado marzo.
El vocero de la República Bolivariana de Venezuela se sumó a las voces latinoamericanas que denunciaron las contradicciones e inoperancias de la ONU. En este sentido, Jaua planteó varias incoherencias entre lo que quedó plasmado en la Carta de las Naciones Unidas al momento de su fundación, y lo que ha demostrado la historia, casi setenta años después.
“Nuestro Consejo de seguridad ha devenido en un rehén de los halcones de la guerra, que cuando pueden justifican desde allí sus ataques, y cuando no le dan una patada a la mesa e igualmente hacen lo que quieren”, enfatizó Jaua, toda vez que uno de los más caros propósitos de la ONU, plasmado en su carta fundacional, es la de “preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra”.
Asimismo, el canciller venezolano denunció el auspicio del terrorismo por parte de “algunos miembros del Consejo de Seguridad”, los cuales presentan a grupos como Al Nusra o Al Qaeda “camuflados bajo el ropaje de oposición política”. También, Jaua denunció el asedio, satanización y perturbación constante de que es objeto el Gobierno venezolano en su estabilidad política y social, cuyo modelo en desarrollo ha permitido cumplir con las metas del milenio.
Jaua destacó, que mientras la Carta de la ONU establece la igualdad entre las naciones grandes y pequeñas, el presidente de EEUU dice que ellos son “excepcionales”. A partir de aquí, Jaua esbozó una serie de preguntas a la directiva de la Asamblea:
“¿Por qué en esta Asamblea General nadie se atreve a proponer que se sancione por las abiertas violaciones a la Carta de las Naciones Unidas al gobierno que mantiene un centro de detención ilegal en la Base Militar de Guantánamo, en territorio ocupado de la República de Cuba?”
“¿Por qué no se discuten sanciones para el presidente que ha confesado desarrollar una actividad de espionaje ilegal que afecta a los jefes de Estado y de Gobierno aquí representados, como valientemente lo denunció la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff?
Además, Juaa se preguntó sobre las victimas dejadas por los ataques perpetrados por aviones no tripulados (drones), y llamó a imponer sanciones contra el Gobierno que mantiene un bloqueo criminal contra Cuba a pesar de los reiterados votos en contra, de prácticamente todos los países que forman parte del organismo multilateral.
“¿Por qué el Reino Unido no acepta iniciar con Argentina las negociaciones sobre Las Malvinas?”
“Esta organización está secuestrada, la paz del mundo y la dignidad del mundo son rehenes en New York”, y el secuestrador tiene varios rostros, pero sigue siendo el imperialismo, sentenció Jaua. En el apogeo de su discurso, este recordó el sensible llamado de Chávez a la transformación de la ONU, hace siete años, y su famosa expresión sobre el azufre, hecha a propósito de la analogía hecha por el Comandante entre “el diablo” y el ex presidente George Bush.
Siguiendo a Chávez, Jaua dijo: “Aún siguen oliendo a azufre los que se consideran excepcionales”, en referencia al presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Un espaldarazo a Edward Snowden, y la ratificación del compromiso del Gobierno venezolano con la eliminación de las armas nucleares, químicas y bacteriológicas, fueron también manifestados por el vocero venezolano.
Sobre las revelaciones de espionaje masivo y sus implicaciones, Jaua propuso la creación de un organismo dentro de la ONU que trabaje en función de garantizar el derecho a la privacidad y a la libre comunicación.
Finalmente, Venezuela acogió la propuesta de Evo Morales, quien planteó que las venideras sesiones de las Naciones Unidas se realicen en las distintas sedes que el organismo tiene en distintas partes del mundo.
“Desde América Latina decimos: otro mundo es posible”.
Publicado en PoderenlaRed.com el 28 de septiembre
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