08 Oct. PoderenlaRed.com.- Dice Fidel Castro que el 7 de
octubre escribió el Che sus últimas líneas. El 8 de octubre, a las 13
horas, en una estrecha quebrada donde se propuso esperar la noche para
romper el cerco, “una numerosa tropa enemiga hizo contacto con ellos”.
Para esa fecha, el destacamento guerrillero ya era un “reducido grupo
de hombres”. Sin embargo, estos combatieron heroicamente hasta el
anochecer desde posiciones ubicadas en el lecho de la quebrada y en los
bordes superiores de la misma. Mientras, la masa de soldados los atacaba
sin cesar, rodeándolos.
El día 7, escribía el Che en su diario: “Se cumplieron los 11 meses
de nuestra inauguración guerrillera sin complicaciones, bucólicamente;
hasta las 12:30 hora en que una vieja, pastoreando sus chivas entró en
el cañón en que habíamos acampado y hubo que apresarla. La mujer no ha
dado ninguna noticia fidedigna sobre los soldados, contestando a todo
que no sabe, que hace tiempo que no va por allí”.
Según la nota de los editores de El Diario del Che en Bolivia,
Adys Cupull y Friolán González, la vieja de las cabras no fue delatora,
nunca habló con los militares ni denunció al Che. Se llamaba Epifanía
Cabrera y ya falleció. Se sabe que atendió bien a los guerrilleros y que
recibió dinero de ellos, por lo que se internó en el monte con sus dos
hijas por miedo a las represalias.
En el último párrafo escrito en vida, dice el Che: “El ejército dio
una rara información sobre la presencia de 250 hombres en Serrano para
impedir el paso de los cercados en número de 37 dando la zona de nuestro
refugio entre el río Acero y el Oro. La noticia parece diversionista”.
En la “Introducción necesaria” a los diarios del Che, cuenta Fidel
que este estuvo combatiendo herido hasta que el cañón de su fusil M-2
fue destruido por un disparo, inutilizándolo por completo. Además, la
pistola que portaba estaba sin “magazine”, “increíbles circunstancias”
que explican el hecho de que hayan podido capturarlo con vida.
Posteriormente, el 9 de octubre, fue trasladado al pueblo de Higueras
y recluido en uno de los salones de una escuela. Allí estuvo cerca de 24 horas. Se
sabe que se negó a decir una palabra a sus captores, y que abofeteó a un
oficial embriagado que quiso vejarlo. Allí lo asesinarían. Hoy, a 46
años de su muerte, los pueblos en lucha destacan su legado, sus
reflexiones y su ejemplo.
Publicado en PoderenlaRed.com y en EcoPopular / Diario del Che en Bolivia. Editora Política, tercera edición, 3º reimpresión. La Habana, Cuba.
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