Palabras clave: Batalla de ideas, política, crítica, transformación, diálogo, innovación, cambio de época, amplitud, bloque histórico, lectura, análisis, verdad, belleza, sueños, liberación.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Valentina Quintero lloró de indignación ante el entreguismo de algunos compatriotas

La semana pasada, la conocida viajera y promotora del turismo nacional, Valentina Quintero, concedió una entrevista donde discurrió sobre la indiferencia y entreguismo que ha constatado en muchos de sus compatriotas durante sus viajes, lo cual le produjo una indignación que terminó en llanto.

Durante su intervención en el canal Globovisión, con un tono de indignación siempre presente, Quintero llamó la atención sobre el estado de algunas vías del interior del país, enfatizó el tema del contrabando de gasolina que “desangra al país”, además de plantear serias críticas al comportamiento de muchos de sus connacionales que no parecen tener sentido de pertenencia ni querer a su patria.

De entrada, no deja de sorprender la explicación que la viajera da al vertiginoso crecimiento del turismo interno que ha vivido Venezuela en los últimos años. “El turismo interno ha crecido porque evidentemente la gente tiene una mayor ansiedad por moverse por Venezuela y por conocer su geografía”. Así, la promoción por parte del Gobierno bolivariano del turismo y de los destinos nacionales, además de la pujante economía del país, quedaban mal escamoteadas por Quintero, dado que la gente está viajando por la geografía nacional debido a una “mayor ansiedad”.

“Las carreteras son un desaguisado nacional”, afirmó Quintero, poniendo el ejemplo de la Autopista Regional del Centro, vía que “cada vez que la agarras tú no sabes si llegarás a tu destino”, debido siempre a algún accidente, asfaltado u otra contingencia. Además, la viajera nacional fustigó la falta de mantenimiento de la vía hacia Barquisimeto por Morón, donde “tienen 10 años asfaltando un peacitico de puente”.

Sin embargo, para Quintero, viajar en avión es lo peor dado que “hace que se te explote el hígado de la indignación”.

Seguidamente, la promotora turística empezó un sentido llamado a la conciencia ciudadana relacionado con la actitud que muchos venezolanos tienen cuando viajan por el país, y que ha constatado en sus numerosos viajes por la geografía nacional. Con visible dolor, Quintero puso el ejemplo del Parque Nacional Morrocoy, el cual “va haber que cerrarlo” debido a la basura que irresponsablemente botan los turistas nacionales en su seno. En tal sentido, para Quintero “el comportamiento nuestro como viajeros deja mucho que desear”

Quintero, incluso tuvo que recomendar a los viajeros la manera idónea de quejarse cuando estos no son atendidos de la mejor manera. En este sentido, se trataría de ser gentilmente exigentes, sin ser “déspotas” o “prepotentes”.

En este momento de la entrevista, explotó en llanto la indignación de Quintero:

“Porque yo quiero que entiendan una cosa, los países no se entregan, tu país es el tuyo, donde tú naciste, que te pertenece, tú no puedes decir yo me voy que apague la luz el último. Los países hay que quererlos, y lo que nosotros necesitamos en Venezuela es que todos querramos al país, que a todos nos duela el país, que tú no te aproveches del país”.

No deja de resultar interesante el evidente trasfondo político que tiene el discurso de la viajera, cuando en los últimos años ―y para ser claros desde que sobrevino la Revolución bolivariana―, pero también durante estos últimos meses de ofensiva económica, hemos seguido escuchando en boca de venezolanos opositores que ahora sí, que llego el coco castro-comunista, que si este Gobierno criminal, que si Maduro le quitará el negocio a todo el mundo, etc. Una actitud que ciertamente expresa la más clara disociación, y que fue producida por un evidente condicionamiento producido científicamente por algunas empresas audiovisuales en los años de mayor intensidad de la lucha política.

De tal manera, si el señor X va con su camioneta hacia Barquisimeto por la vía de Morón y ve contrariados sus planes debido a la ineficiencia del Gobierno regional, entonces la culpa es del rrreeeégimen y hay que irse del país. Pero además, si la señora H pide una Reina pepiada en el restorán de la carretera y le dicen que no hay pero le ofrecen unas cachapas con queso e mano, entonces eso es culpa de Maduro y le formo un peo a la señora del pequeño negocio porque seguro que es chavista; por supuesto, la señora constatará con su compañero y con sus hijos si los tienen, que efectivamente hay que irse del país.

Ya más calmada, quintero continuó, afirmando que,

“La gente no puede llegar a decir un día, bueno, nos mudamos todos de país, no hay nada más triste, más deplorable que ser un inmigrante cuando tú tienes el tuyo, donde tienes tus afectos, donde tienes tu familia, donde tienes tus sabores, donde tienes tus aromas, donde están enterrados tus muertos, ese es tu país y ese es el que todos queremos tener”.

Nos preguntamos ¿Aquellos que han manifestado su deseo de autoexiliarse o “mudarse a otro país”, no tienen una clara posición política? Sí, la tienen. Por lo general, son aquellos que se opusieron ciegamente al Comandante Chávez y que hoy se oponen al presidente Maduro, muchas veces ciegamente y sin tener razones objetivas válidas.

Pero lo más interesante de todo, es que Quintero está criticando la actitud de aquellos que, a pesar de que no tienen el mejor comportamiento cuando salen a recorrer la geografía nacional, tampoco tienen sentido de pertenencia y dicen que se irán del país. Recordemos aquel “Me iría demasiado”. Es decir, dicen “esta vaina no sirve” mientras botan basura en la playa. Algo similar a aquel que dice “mire compañero, esto se lo llevó quien lo trajo”, mientras campanean su oldest whisky desde su camioneta de millón y medio de bolívares.

Quintero, también recomendó a todos aquellos que recorran el territorio nacional hacer algo que políticamente es clave para entender al país: hablar con la gente.

El desangre del país y la Venezuela importadora


Entre todas las formas que hay de desangrar un país, Quintero volvió con el ejemplo del contrabando de gasolina, talvez porque es el que ha visto más de cerca. A partir de aquí, subiendo el tono, habló sobre la “distorsión en la economía” del país, fustigando además el dólar paralelo, la inflación y el hecho de que seamos un país importador, hechos que para Quintero son “culpa absoluta y total de este gobierno”.

Evidentemente, la entrevistada demostró aquí que la política no es su especialidad, aunque sí traslució abiertamente su postura política. En primer lugar, criticar la existencia del dólar paralelo es algo que el propio Gobierno ha hecho y contra lo cual está batallando. Segundo, la mentada inflación en Venezuela ya se sabe que siempre ha sido más especulación cuando no robo descarado, como bien ha quedado escandalosamente evidenciado en el marco de la lucha del Gobierno por lograr los precios justos de todos los bienes y servicios.

Respecto al carácter importador de la economía, solo alguien que conoce los paisajes naturales del país pero que no conoce sus paisajes históricos, puede decir que el carácter predominantemente importador de nuestra economía es culpa de “este Gobierno”.

Finalmente: Quintero llamó “ratas peludas” a los llamados “raspa tarjetas” por el daño que hacen al país. ¿Sabrá lo de los 20 mil millones que entregó el Sitme a empresas de maletín?



Publicado en PoderenlaRed.com y en EcoPopular el 23/12

No hay comentarios:

Publicar un comentario