Arrancó el torneo más importante del deporte rey, el Mundial de Fútbol, y toda Venezuela está a la expectativa sobre lo que le deparará la suerte a sus equipos favoritos, con todo y que nuestra Vinotinto no logró ―por ahora― clasificar. Realmente, la atención sobre la prestigiosa competición es mundial y durante un mes muchos pueblos del mundo entrarán en una suerte de hibernación futbolística.
En algunos hogares se colocará el cartel “Cerrado por fútbol”, como es el caso de la casa del escritor Eduardo Galeano, conocido hincha del fútbol, y en algunos países como Venezuela, bares y restoranes de todo tipo, así como los hacedores de bebidas espirituosas, verán incrementadas sus ventas en el marco de la gran pugna futbolística, detrás de cuyos símbolos y colores se encuentra un negocio milmillonario que, como cabe pensar, ha venido influyendo sobre la forma en que se juega el popular deporte.
La belleza del fútbol es innegable, a pesar de que con los años y su conversión en industria haya venido perdiendo parte de esa belleza desbordante que lo caracterizó en otros tiempos. Pero que el torneo se celebre en Brasil, que esté siendo transmitido también por Tves, y que cada día tengamos el lujo de ver a Maradona junto a Víctor Hugo Morales en el programa #DeZurda, transmitido por TeleSur, son noticias que producen cierta satisfacción. Incluso, auguramos que la Copa se quedará en Suramérica y queremos que así sea.
Sin embargo, esta vez queremos plantear unas cuantas verdades sobre el futbol profesional contemporáneo, que para todo amante del fútbol con algo de consciencia política podrían resultar algo inquietantes. Esas verdades son:
1- A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar por jugar.
2- El fútbol se ha convertido en un espectáculo con pocos protagonistas y muchos espectadores, y el espectáculo es por cierto uno de los más lucrativos del mundo.
3- El fútbol-espectáculo no se organiza para jugar sino para impedir que se juegue.
4- La tecnocracia del futbol profesional ha ido imponiendo un fútbol de pura velocidad y mucha fuerza, que renuncia a la alegría, atrofia la fantasía y prohíbe la osadía.
5- Si Marx estuviera vivo, consideraría al fútbol el nuevo opio de los pueblos.
6- Como la religión, el fútbol es un fenómeno masivo que agrupa a las personas en torno a ciertos símbolos y dioses.
7- Grandes multitudes tienen en los estadios el gran templo de culto y en los partidos las celebraciones rituales.
8- Cada equipo equivale a un grupo religioso, y cada uno de estos tiene sus propios seguidores incondicionales cuyo fanatismo les lleva a enfrentarse a los seguidores de otros equipos con los que existen rivalidades que van más allá de los partidos.
9- Particularmente en Europa, cada partido, como enfrentamiento entre naciones, recuerda las guerras de religión, el fanatismo inquisidor y la cacería de brujas.
10- El millonario negocio detrás de cada torneo, hace que los jugadores sean comprados y vendidos como nuevos gladiadores del circo mediático.
11- Pan y circo era lo que daban a las multitudes romanas. Pan y fútbol lo que dan los regímenes autoritarios, como es el neoliberalismo, a sus pueblos.
12- Todo pueblo necesita alegrías y tiene derecho a tenerlas, y el fútbol, sea dicha la verdad, se las da.
13- Pero los pueblos también tienen derecho a saber que el fútbol es el deporte que siempre es más útil a ciertos gobiernos que lo usan para encubrir sus miserias.
14- El fútbol es, sin duda, el deporte rey, el más difundido a nivel mundial y el más popular.
15- Además de negocio lucrativo, el fútbol se ha convertido en una cortina de humo, y directamente en un mecanismo de control social.
16- El afamado Mundial de Fútbol, sirve a los potentados del mundo para que estos ejecuten lo que son sus planes geoestratégicos de dominación a largo plazo.
17- El fútbol contemporáneo trata de controlar a las masas en el día a día, abrumándolas con más y más partidos, más y más campeonatos, más y más ligas.
18- El fútbol, y su manipulación en los medios masivos de difusión generan la ilusión de igualación de clases sociales. En torneos como el que comienza, explotadores y explotados, ricos y pobres se abrazan tras la camiseta de su selección nacional.
19- El mundial de fútbol es imperiosamente importante en comparación a otros torneos de deportes profesionales, y nunca se invierte tanto dinero y esfuerzo para que la humanidad centre su atención en la solución de los problemas del mundo.
20- Los grandes torneos de fútbol recuerdan la frase de Einstein: “El nacionalismo es la enfermedad infantil de la humanidad”.
21- Si por alguna extraña razón el fútbol se hubiera desterrado de Europa, después de la Segunda Guerra Mundial los pueblos europeos hubieran continuado diezmándose en terribles guerras sucesivas producto de rivalidades nacionalistas.
Referencias:
Galeano, Eduardo (2010). El fútbol a sol y sombra. Siglo XXI editores. Argentina.
Iglesia y Fútbol: ¿Dos caras de la misma alienación?: en: http://kaosenlared.net/especiales/item/15762-iglesia-y-f%C3%BAtbol–%C2%BFdos-caras-de-la-misma-alienaci%C3%B3n?.html
Fútbol profesional: una crítica necesaria: en: http://www.aporrea.org/internacionales/a178522.html
Realmente: ¿qué nos dejó el Mundial?: http://www.voltairenet.org/article141945.html
Publicado en PoderenlaRed.com
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