Así como Hugo Chávez tuvo su 7 de octubre, Evo Morales tuvo
su 12 de octubre; una victoria por toda la línea, contundente, inobjetable y
poderosa. Pero además, hay que destacar que la extraordinaria fiesta democrática
que culminó con la nueva victoria del aymara, ocurre en el día de la
resistencia indígena, un hecho simbólico nada desdeñable en un contexto de
crisis civilizatoria donde a la explotación, la destrucción de la naturaleza,
al racionalidad instrumental y la guerra que han predominado en el occidente
capitalista, el líder indígena y su proyecto han opuesto el pensasiento, el cosmocimiento, la Paz, el respeto a la madre tierra y una
concepción de desarrollo que no descarta la capacidad técnica moderna como
herramienta para alcanzar el bienestar, cabalgando las contradicciones.
Como lo destacó el presidente reelecto, esta nueva victoria
electoral representa un triunfo del anticolonialismo y del antiimperialismo,
una nueva manifestación de la fuerza “anti-cartesiana” que ha logrado ir más
allá de la mera “meditación” (Dussel dixit). Los herederos de Tupac Katari y
Guaman Poma se impusieron en 8 de los 9 departamentos que tiene Bolivia, y se
han propuesto convertir al país en el centro energético de Sudamérica, como la
tierra con las segundas reservas de gas de la región, las primeras del mundo en Litio y con el proyecto de aprovechar
el potencial de la energía nuclear con fines pacíficos.
Tal como lo recogió la agencia boliviana de noticias, Morales
llamó a la oposición a dejar de lado la confrontación y los convocó a sumarse
al trabajo conjunto por Bolivia, para la ejecución de proyectos de desarrollo
que redunden en el bienestar de todo el pueblo boliviano. En esta línea, Evo
abogó porque la oposición política “tire del carro por el mismo lado” y se
siente a debatir todo lo relacionado con el desarrollo de un país que este año lidera
el crecimiento económico de Sudamérica. Sobre este llamado, conviene recordar
que tanto el presidente Chávez en su momento como el presidente Maduro ahora,
han hecho llamados reiterados a la oposición a incorporarse al trabajo conjunto
para el desarrollo del país, conscientes del papel que ese sector está llamado
a desempeñar en la construcción del país posible. Sin embargo, lo que hemos visto los
venezolanos ha sido guarimbas, señas de paramilitarismo y en general un sector
opositor que, aunque diverso, sin ningún pudor ha demostrado que es capaz de
sumergir al país en la tragedia nacional con tal de desplazar al Gobierno
bolivariano del poder.
Mientras tanto, medios locales han aprovechado la victoria
de Morales para revivir el discurso de la mal llamada “reelección indefinida”,
un discurso que fue ampliamente difundido en Venezuela en el marco de la
Propuesta de Reforma Constitucional, y luego con la enmienda hecha a la Constitución
para crear la libertad de candidatura o, de otra forma, la posibilidad de la
postulación repetida de la misma personalidad política. Así, el portal Web de El Universal, destaca en su titular de
hoy la victoria de Morales extiende su gestión a 14 años, y que sus críticos y
detractores temen que el líder cocalero haga uso de los dos tercios obtuvo en
el parlamento para modificar la Constitución y así incorporar la llamada
“reelección indefinida”. Continuando con su discurso sutilmente oligofrénico,
la nota de este diario incluso compara a Evo Morales con el Mariscal Andrés de
Santa Cruz, quien en el siglo XIX gobernó Bolivia por casi 10 años, destacando
que en lo sucesivo aquel lo superará en materia de tiempo en el poder.
Mientras tanto, la oposición de Bolivia parece quedar en una
situación de franca debilidad. No por casualidad, el candidato del sector
opositor fue un empresario, Dora Medina, quien no alcanzó a sacar el 20% de los
votos, razón por la cual analistas como Rolando Ramos afirman que "la
oposición boliviana debe leer este mensaje y reflexionar. Debe unificarse y
renovar los liderazgos”. ¿Suena familiar? Siempre hay que leer los mensajes que
dan los números electorales, e indistintamente de los resultados estos deben ser
leídos con atención por todas las fuerzas políticas en pugna; más aún cuando estos reflejan realidades elocuentes.
El hecho, es que Evo Morales obtuvo una contundente victoria
que le permitirá seguir al mando del país corazón de Sudamérica hasta el 2020.
Conviene, desde Venezuela, que tanto nuestra variopinta oposición como el chavismo
en general hagan las lecturas necesarias y, también, que opten por tomar lo
mejor del ejemplo de esa Revolución cultural en marcha.
Editorial PoderenlaRed
@maurogonzag
No hay comentarios:
Publicar un comentario