Se trata de la reciente publicación por parte del diario El País (Grupo Prisa) de una imagen de
un hombre entubado que hicieron pasar por el presidente Hugo Chávez, y que
generó un revuelo y una condena general que no cesa. El episodio conviene no
olvidarlo, y que lo consideremos un ejemplo más del grado de perversión a que
ha llegado esta “prensa”, como brazo mediático ―un tipo de brazo político― del
sentido común y los más caros intereses del capitalismo metropolitano, hoy en
crisis.
De todo lo que se ha dicho y sugerido, queremos ahora
destacar dos elementos fundamentales. El primero de ellos y el más obvio, es
que el hecho forma parte de la campaña internacional permanente que este tipo
de transnacionales mediáticas ha impulsado en los últimos años en contra del
presidente Chávez y la Revolución bolivariana, echando por tierra toda ética
periodística y limpiándose el de atrás con sus “hermosos” manuales de estilo.
Queremos recordar esto enfatizando que no es la primera vez que diarios de
trayectoria como El País incurren en
una suciedad de esta naturaleza, y que tampoco será la última. Su “hermoso”
manual de estilo ha sido pisoteado ya muchas veces, sobre todo en este contexto
de cambio de época y de segunda emancipación de Nuestra América, a propósito
del aniversario del nacimiento de Martí.
En segundo lugar, esta aberración periodística ocurre en una
de las peores situaciones económicas por las que han atravesado varios países
de Europa. Baste decir que más del 40% de la juventud española, profesional y
en edad productiva, está desempleada y que el suicidio se ha elevado a primera
causa de muerte en este país, otrora destino preciado de muchos
latinoamericanos. Los ajustes que ha venido implementando el gobierno de Rajoy,
como siempre ocurre en estas crisis, han afectado a los más pobres aunque no
solo a ellos. Incluyamos a los jóvenes, a los inmigrantes, a los débiles, a los
“poco competitivos”, a los que perdieron sus casas y quedaron igualmente endeudados
y un largo etcétera. Por supuesto, la grave crisis ha hecho que grandes
empresas privadas dedicadas a la información, como El País, haya despedido en los últimos meses a decenas de sus
trabajadores.
Así las cosas, es este el contexto donde El País publica la grotesca foto, la
cual expresa una clara intención política, de un lado ―a propósito de las
cínicas declaraciones de su director en las que este reconoce que la
publicación no fue una equivocación―, y de otro una intención amarillista
clásica, orientada a vender más lectores a los anunciantes de un diario que
decidió convertirse en una letrina periodística.
amauryalejandrogv@gmail.com
@maurogonzag
No hay comentarios:
Publicar un comentario