El pasado 18 de febrero, el compositor y cantante panameño Rubén Blades, conocido por ser el creador de varias de las canciones de salsa más idolatradas y bailadas por los venezolanos, publicó en su sitio web un texto motivado por los lamentables hechos de violencia suscitados en el país desde principios de mes. Destrucción y muerte, acotemos de entrada, suscitada por sectores de la ultraderecha del país, lo es decir, Blades, por sectores dela oposición.
No tuve conocimiento de la opinión sobre la situación
política venezolana emitida por el popular cantante hasta escuchar al
presidente Maduro responderle, definitivamente con buen tono, recordándole que
conocía todas sus canciones, que se estaba haciendo eco de la campaña mediática
internacional contra Venezuela y reiterándole que, quien gobernaba el país, era
ese “Pablo pueblo” de una de sus más conocidas canciones. Como estamos en
momentos de farsas y reediciones de otros hechos que vivió el país en su
historia reciente, no pude menos que recordar a personajes como Fito Páez,
Alejandro Sanz o Joan Manuel Serrat, conocidos artistas quienes hace más o
menos 7 años enfilaron sus baterías contra el Comandante Chávez y la Revolución
bolivariana, como producto de la desinformación y de tristes confusiones
espacio-temporales.
Debo decir, que la respuesta que publicó Blades en su web en
respuesta al presidente Maduro quedó mucho mejor planteada y redactada que su escrito del 18-F, en el
sentido de que es un texto que, manteniendo el tono crítico, se presenta más
respetuoso y elaborado. Sin embargo, dicha respuesta es una mezcla de verdades
y mentiras, cuando no un compendio bien planteado de medias verdades y “Falsos lugares
comunes” que sobre la Revolución se han construido en los discursos mediáticos
de la “Contra” en los últimos años. Sobre esto, comentaremos en una próxima
entrega.
En lo personal, y me parece que muchos convendrán conmigo,
creo en la idea de que no es lo mismo escuchar a la cantante Rihanna ―la morena
que acompaña a Shakira en su último “éxito”― o a la diva Cher opinando sobre
nuestro país, que leer lo que dice un Rubén Blades sobre lo que ocurre en
nuestro país. Básica y elementalmente por su carácter latinoamericano,
panameño; grancolombiano, diría uno. Uno podría pensar de que Blades está mejor
informado que Rihanna. Sin embargo, aunque no sé lo que dijeron aquellas divas,
Blades está en gran medida equivocado, como ya muchos se empiezan a dar cuenta.
¿Y no será su equivocación una expresión más moderada y elegante ―ilustrada― de
la insania y odio brutales que ha expresado en varias oportunidades su viejo
colega Willie Colón?
Tan equivocado estuvo Blades en ese texto del 18F, que solo
un párrafo de esas dos cuartillas parece merecer la salvación. Para no
extendernos, nos limitaremos a comentar críticamente algunas afirmaciones que Blades
hace en su texto. Empecemos diciendo que la idea de la mentada “polarización”
está en la base de lo que dice Blades durante todo su escrito. No obstante, desde
el primer párrafo dice:
En los momentos de mayor intensidad de la lucha política
entre la oposición golpista y la Revolución dirigida por el Comandante Chávez,
pero solo en esos momentos, esa afirmación pudo haber tenido algo de cierto. Y con
todo y eso, si hubo una actitud que desde sectores del chavismo se repitió
mucho en algunos momentos delicados, fue precisamente la transigencia de
Chávez, sus llamados constantes a la oposición al diálogo y al trabajo
conjunto, llamados que cuando no fueron ignorados o respondidos con más
golpismo y conspiración, fueron interpretados como “debilidad” por parte de la
oposición más aventurera. Blades tendría que empezar por conocer mejor lo que
fue la historia de la Revolución con Chávez para entender lo que hoy ocurre con
Maduro.
En el segundo párrafo, dice:
Bueno, hoy el mundo entero reconoce no solamente lo que la
Revolución bolivariana ha servido, no solo al pueblo venezolano de a pie, sino
a las clases medias e incluso, a la burguesía importadora, quienes han hecho
los negocios con las ganancias más estrambóticas de todo el planeta, y a cuyas
empresas de maletín le regalaron 20 mil millones de dólares en el año 2012 a través del Sitme.
Pero además, diversos líderes, pueblos del mundo y organismos multilaterales,
si han homenajeado y reconocido los logros del proceso bolivariano, no ha sido
por no servir al país, sino todo lo contrario. Otrosí, la oposición ha tenido
muchas oportunidades para servir a su país, pero han elegido siempre la
anti-política, y hoy de nuevo prefirió el camino de la violencia para intentar
volver a conducir al país por la senda de la desestabilización y jugar otra vez
a entregar el país al imperialismo.
Pero si hay algo insólito aquí, es que para Blades ni la
oposición ni el Gobierno tiene el apoyo mayoritario de la población. Aquí, el
panameño recuerda al Fito Páez para el que Chávez era un “dictador brutal”.
Consciente de su error, en la respuesta a Maduro recuerda que este ganó con un
“estrecho margen” y hasta cita los porcentajes. Sin embargo, eso no significa
mayoría para el cantante, para quien el país está dividido 50-50. Los sistemas
democráticos modernos, y sus sistemas electorales, como este que es de mayoría
relativa, funcionan así. Pero además en Venezuela habría que agregar, si
alguien viene a decir que las elecciones son la esencia de la democracia, que
nadie vota más seguido ni de forma tan masiva como se vota en Venezuela, pero
que además esa parte del pueblo opositor participa de forma directa en muchos
consejos comunales que son manejados por ellos, y donde las comunidades del más
diverso signo político pueden tomar decisiones soberanas para resolver sus
problemas.
Blades continúa diciendo: “El gobierno ha fallado
monumentalmente en la tarea de la administración pública y ha despilfarrado de
manera insólita e irresponsable, un caudal económico único en la América
Latina”. Si no existieran hechos concretos expresados en cifras que pueden dar
cuenta de los logros trascendentales que ha alcanzado el Gobierno gracias a la
gran inversión social de los recursos que según Blades se han despilfarrado de
forma “insólita e irresponsable”, el público pudiera pensar que el cantante
habla de lo ineficiente que ha sido el Gobierno para superar el lastre
histórico del rentismo petrolero. Y sin embargo, si ese fuera el caso, ya se
sabe que la diversificación de nuestra economía es precisamente uno de los
objetivos hacia el cual se está marchando, con toda la complejidad del asunto.
Talvez, todo sea un problema del enfoque neoliberal que, disimulado pero patentemente, tendría Blades sobre la economía, dado que califica de despilfarro
la histórica inversión social que ha emancipado a todo un pueblo, pero que
además ha contribuido a la emancipación y bienestar de otros pueblos
latinoamericanos. Todo esto, ha logrado impulsar enormemente el proceso de integración de
la región como política soberana que, entiende, Blades, le ha dado palo parejo
al tiburón.
Y si se refiere a la corrupción cuando habla de los “fallos
monumentales” de la administración pública, ese es un tema que bien podría
restarle apoyo popular al presidente maduro porque, ciertamente, ha habido
corrupción. Sin embargo, no solo Maduro le ha declarado la guerra a ese viejo
flagelo, sino que existen, Blades, mecanismos democráticos para elegir nuevos
gobernantes cuando el pueblo se ha convencido de que tal o cual fuerza
política no ha podido resolver tales o cuales problemas. Recordemos
oportunamente, que Capriles perdió las elecciones de octubre de 2012 con el
Comandante Chávez, luego perdió con Maduro el año pasado y el pasado diciembre,
la oposición fue abrumadoramente derrotada en las elecciones municipales. Es
decir, Blades, el pueblo ha sido contundente en su elección porque lo han
tomado en cuenta y han satisfecho sus demandas. Y cuando digo pueblo, me
refiero no solo al pueblo pobre que sin embargo ya no es tan “pablo pueblo”,
sino a la gran clase media que fue salvada por el presidente Chávez de la ruina
y el acabose, y que es la clase que, me parece, se ha bajado más de la mula para ver tus
espectáculos.
Dice Blades, que el Gobierno bolivariano “Intenta
consolidarse cambiando leyes y ajustándolas a su argumento ideológico”. Si el
cantante se refiere a las leyes habilitantes, debe entender que, por ejemplo,
la Ley de Precios Justos, no pretende ajustar la economía a ninguna ideología
en particular, sino más bien a las normas del capitalismo estándar de Berlín o
Nueva York, donde existen claros y respetados límites a las tasas de ganancia
de los empresarios y comerciantes. Y eso, Blades, si es que es esa tu
preocupación, está muy lejos del socialismo.
Para ir cerrando, citemos el párrafo que queremos rescatar,
a duras penas, del texto de Blades:
No existe ninguna duda de que el Presidente Maduro, como
Jefe del Estado venezolano, debe hacerse responsable por la seguridad e
integridad física del Sr. Leopoldo López, y de la misma manera, de todos los
que en su legítimo derecho político, participen en las protestas. Pero también es necesario que los
manifestantes no desaten la violencia. Deben argumentar en forma pacífica; el
que tiene la razón no necesita gritar, o pegarle al otro para validar lo que
dice”.
Destacamos las últimas líneas porque Blades sabe que las
protestas recientes en Venezuela no solo no han sido pacíficas sino que han
sido salvajemente violentas. El que tiene la razón no necesita recurrir a la
violencia ¡Bravo!, pero entonces ¿Por qué la violencia? ¿Blades sabrá que
Táchira fue prácticamente invadida por paramilitares colombianos? Te damos un
dato, Blades: la violencia responde a un Golpe de Estado (Suave, continuado,
pos-moderno, colorido, o como se quiera llamar) para entregar la Faja
Petrolífera Hugo Chávez Frías, la reserva de petróleo más grande del mundo, a
la elite globalista anglo-norteamericana.
Finalmente, el cantante se equivoca hasta en la opinión que
da sobre el Henrique Capriles, aunque hay que decir que acertó mucho más. En el
párrafo que le dedica, dice que “No tiene el carisma ni el planteamiento
programático que convenza a la enorme cantidad de escépticos e independientes,
sin mencionar al sector popular que lo identifica como heredero de las
políticas rapaces de los Adecos y Copeyanos de antaño, descalificándolo como
opción”.
Más arriba, comentamos que en su respuesta a Maduro, que no
es lo que hemos comentado acá, Blades cita los porcentajes de los resultados
electorales, cifras que si supo leer, tenían que decirle mucho más de lo que él
interpretó de ellas. En la campaña contra el Comandante Chávez, pero más
marcadamente en la campaña contra Maduro, Capriles no solo mejoró su discurso
sino que aumentó notablemente su caudal electoral. Blades, debe saber que la
guerra mediática criminal que inoculó odio y produjo disociación en un sector de
la población venezolana, generó un fenómeno que ha sido bastante contraproducente tanto para la oposición como para el país: la población opositora no
ha votado en los últimos años por Manuel Rosales o Henrique Capriles, ha
votado contra Chávez, contra la Revolución bolivariana y ahora contra Nicolás
Maduro. En un contexto como este, el carisma y el proyecto de país alternativo
son debilidades inmensas que sigue teniendo la oposición, pero en general no
han sido lo principal, cuando se trata de un opositor que quiere "salir" de Chávez.
El pasado 14 de abril, quedó demostrado que Capriles pudo
sumar una cantidad importante de seguidores, donde se encontraban muy
probablemente escépticos, abstencionistas y, como algunos analistas plantearon
y peor aún, muchos votantes que le habían quitado su voto a Maduro. Si bien es
tema para otra oportunidad, las últimas acciones violentas de la ultraderecha,
como expresión de su desespero ante las consecutivas derrotas electorales,
constituyen su fracaso definitivo como alternativa política para el país, un
hecho que ya “la otra derecha” parece comprender.
Para terminar, podríamos decir que Venezuela se encuentra en
una transición pletórica de importantes desafíos económicos, sociales,
políticos y de toda índole. Baste decir, que Venezuela quiere industrializarse,
en un contexto en el que el país sigue necesitando de una nueva oposición
ética, que sea capaz de dialogar con un chavismo que también necesita revisarse
y consolidarse como fuerza política aglutinadora de las más diversas fuerzas
progresistas, de izquierda, humanistas, de la sociedad venezolana.
La realidad venezolana es compleja, cantante, por eso te
invitamos a informarte mejor. Igual, por aquí seguiremos bailando.
@maurogonzag
Hola, Amaury. Estoy de acuerdo con tus planteamientos respecto del señor Blades. He estado pensando en la situación de dicho cantante, es decir, aunque las canciones de Blades fueron para mí un bastión importante en mi formación musical, debo decir algunas cosas: no utilizaré este medio, ni ningún otro, para decir alguna palabra ofensiva hacia dicho cantante, pero no me privaré de lo siguiente:
ResponderEliminarPor mi experiencia de años en la vida puedo afirmar que el cantante de Panamá es un IRRESPONSABLE Y DENOTA INMADUREZ COMUNICACIONAL. Esto es, se plega a la información de cualquier periódico, a sabiendas que la prensa está en el mundo parcializada hacia los centros de poder y transnacionales, y repite como loro lo que allí se publica. jajajaj, qué torpeza. Y yo creyendo toda la vida que su Pablo Pueblo era el sentir de la mayoría y no de un grupo elitesco.
Sería interesante saber qué diría Blades cuando, imaginemos un absurdo, EE. UU. quiera volver a tener su canal y busque antipatrias en Panamá para tumbar a Martinelli porque él se oponga a tal entrega, jajajaja, què cosas.
Y si me pongo en la otra esquina, logro ver a un Blades plegado al imperio, amigo de los pitiyanquis de aquí, bien, en todo caso, desde aquí, desde mi corazón musical, en consecuencia, Blades pasa a ser persona no grata.
Ah, quizás ahora desee remendar algo el capote pues sabe que está perdiendo, de una sola metida de pata, un público sureño que podría llegar a 100 millones de personas, jajaja, ahora, si lo piensa desde el lado económico tratará de arreglar lo que dijo, pero no, no es verdad lo que diga en este momento, ya su palabra y su lengua metida en asuntos ajenos, sin informarse previamente, hablan mal de nuestro Presidente, y eso no es poca cosa.
Amaury, prosigue en tu lucha de la batalla de ideas, y toma estas apreciaciones como palabras dolidas por quien fue una especie de buen cantante y pensador serio