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sábado, 26 de mayo de 2012

La teoría bolivariana de la historia: una visión integral desde la indianidad

Este miércoles continuó desarrollándose el taller “Teoría de la historia de la Revolución bolivariana” en los espacios del Instituto de Estudios Diplomáticos Pedro Gual, con la dirección del historiador Eloy Reverón y con la participación de un público que, más allá de los distintas edades y bagajes, tienen el común interés de impulsar una descolonización de la epistemología, del conocimiento, de la historia.

Sencillas preguntas como ¿Qué es la historia? O ¿Qué es el bolivarianismo?, han servido a lo largo del taller para abordar la nada fácil problemática de redescubrir la historia, lo que quiere decir despojarla de la ideología que sirvió para justificar la violencia de la dominación de los 500 años. Francisco Pividal, autor del libro Bolívar: pensamiento precursor del antiimperialismo, definió la historia como la interpretación del pasado de acuerdo a los reclamos del presente. Hoy en Venezuela, pero también en toda nuestra América y en el contexto del bicentenario, existe un reclamo: liberación definitiva; independencia integral.

Es pertinente recordar también las palabras con las que el filósofo de la liberación Enrique Dussel, clausuró el V Foro Internacional de Filosofía, hace ya dos años, cuyo eje temático fue “La historia como herramienta de transformación liberadora de la sociedad”. Volvemos al tema que nos ocupa; más aún cuando Dussel se preguntó cuál era el papel en América Latina en la historia mundial, partiendo de una básica premisa: todas las ciencias exactas ―además de las ciencias sociales― tienen detrás una particular concepción de la historia, lineal, eurocéntrica, con la capacidad para impregnar con su visión todas las disciplinas científicas. Es así, como las historias nacionales que fueron escritas por las clases dominantes de cada país necesitan ser redescubiertas, tanto como necesitamos comenzar a reconocer que no hay tal cosa como una historia universal, y sí una historia pluriversal. Estamos hablando aquí, de lo que el grupo de pensamiento decolonial denomina “Mundos y conocimientos de otro modo”.

En el mismo sentido podemos citar a Eduardo Galeano, quien recordando un viejo proverbio africano nos dice que “mientras los leones no tengan sus propios historiadores, las historias de las cacerías seguirán siendo escritas por los cazadores”. Como puede verse, la reflexión alude a los pueblos oprimidos del mundo, y a propósito de las cacerías indiscriminadas, a los elefantes muertos por el fusil de rancios monarcas. De lo que se trata entonces es de inventar, concebir, una nueva concepción de la historia donde nuestra América ocupe el rol central que desempeñó desde los mismos inicios de la apertura del mercado mundial, del moderno Sistema Mundo. Con este propósito, y desde una perspectiva transdiciplinaria, se construye la Teoría Bolivariana de la Historia, sin divisiones espacio-temporales ni fragmentaciones del saber.

Es esta la orientación del taller, que este miércoles continuó con un repaso del contexto geopolítico mundial del siglo XX, como macro-marco que debe tenerse siempre en cuenta para la comprensión de los procesos políticos nacionales, relacionados indefectiblemente con el contexto de lo que ocurre en el resto del mundo que, recordemos, es un sistema-mundo.

Lo que se dio en llamar “bolivarianismo” y lo que significó en el período anterior a la Quinta República ser bolivariano, fue el eje de la reflexiones de la sesión. Y es que, ser bolivariano llegó a reducirse, por obra de los “amos del valle”, a ser un buen repetidor de las frases de bolívar, palabras que, de otro lado, habían sido pronunciadas por El Libertador, un ser sobrenatural que cuando el pueblo despertó, se encontraba elevado en el alto pedestal de lo etéreo, en la categoría de prócer cuya estatua inspiraba respeto desde su nebulosa altura. Sobre este tipo de “bolivarianos”, Reverón ya había destacado la significación de la diferencia entre seguir la palabra escrita al pie de la letra, y la palabra como fuente de inspiración, surgida en un contexto, en una realidad concreta.

Porque otra cosa distinta a El Libertador, es Simón Bolívar, el hombre de carne y hueso, cuyo ideario y proyecto político se quiso alejar del pueblo convirtiendo al hombre en un semi-Dios, y por tanto en un ser objeto de culto y adoración. Decía Reverón en su exposición que López Contreras fue el responsable de instaurar el bolivarianismo como religión civil, fundando la sociedad bolivariana. Cualquiera que coleccionara algunas frases de Bolívar podía adjudicarse el título honorífico de bolivariano; tanto que hasta Mussolini era bolivariano, alguien que exaltaría el “genio militar” de Bolívar y que mistificaría el episodio del juramento del Monte Sacro; agreguemos también a la gama, a los bolivarianos ―que lo son muchas veces sin saberlo― que lo son en la medida en que gustan mucho de los bolívares.

De tal manera, se trata de estudiar al Bolívar hombre, con sus debilidades, su voluntad, sus miedos, sus vicios y virtudes, el contexto en el que surge su ideario y lo desgarrador de comprender que este ―el ilustrado y liberal― tenía que ser heroicamente adaptado y recreado en función de la realidad de una tierra que no era Europa ni Norteamérica, sino un compuesto de África y América.

“Relacionar las cosas es verlas como son”, fue una de las divisas con las que se dio comienzo a estas reflexiones sobre el conocimiento de la historia, lo cual habla del esfuerzo por reunir los fragmentos de un saber que fue quebrado como forma de dominio intelectual, que sumado a la división social el trabajo y a la división espacio temporal de la historia, han conformado la pirámide de la dominación por 500 años.
Tenemos entonces una realidad, y ella nos habla de lo mucho que hay por hacer, en un contexto donde las instituciones de la sociedad civil (Gramsci) parecen seguir manteniendo la vigencia de las fuerzas de dominación que se instauraron aquí siglos atrás, fuerzas por cierto que se enfilan sobre mentes y corazones, y que hoy tenemos la oportunidad de derrotar.

Esta construcción de la “Teoría bolivariana de la historia” continuará el próximo miércoles 30 de mayo en los espacios del IAEDPG. Los interesados en participar pueden comunicarse con el 04169106123,  enviar un correo a: tallerthrb@gmail.com o acercarse directamente al lugar. 


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