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El combativo y milenario pueblo egipcio en la calle |
Cuando el pueblo palestino eligió democráticamente a Hamas, decretaron que no eran aceptables democráticamente los elegidos, cuando las verdaderas razones fueron el tener Hamas proyectos en favor del pueblo palestino pero contrarios a los intereses de dominio de las potencias. Ahora se descubre que los que apoyaban sus intereses eran dictadores. El Departamento de Estado y la Unión Europea debe consultar a sus aliados (Turquía, Israel, etcétera) para ver cómo salir de este entuerto.
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Enrique Dussel |
Carl Schmitt, para criticar el estado de derecho liberal puramente legal y vacío, sin convicción subjetiva sustancial del ciudadano, propuso repensar elestado de excepción, para mostrar que el primero, que se encuentra dentro de un sistema de legitimación como la estructura democrático-legal, estaba fundado en una voluntad (en último término del pueblo, pero en el caso de Schmitt sin expresión institucional consistente) que podía dejar al orden legal sin efecto en casos de extrema necesidad (como la institución de la dictadura en el imperio romano). La voluntad (del gobernante con autoridad y del pueblo) está detrás de las leyes, dándole un fundamento. Lo que Schmitt no imaginó, y Giorgio Agamben lo sugiere sin extenderse como sería conveniente, es que, por su parte, el propio estado de excepción puede ser dejado sin efecto, pero en este caso por el pueblo mismo, como única sede, y última instancia, del poder político (1). Esto nos recuerda aquel 20 de diciembre de 2001 en el que el pueblo argentino no respetando el toque de queda decretado por el gobierno salió a las calle y de hecho depuso a Fernando de la Rúa (2). Gritaba el pueblo: ¡Que se vayan todos! Las instituciones habían perdido legitimidad y el pueblo se lo recordaba a los representantes que corruptamente habían pretendido ejercer el poder delegado, pero a su servicio. De ese levantamiento surgió el gobierno de Néstor Kirchner que alcanzó mayor legitimidad. Se trata del mismo caso ahora en Egipto.
El estado de rebelión es un acto supremo por el que un pueblo manifiesta legítimamente (contra la legalidad presente y ante toda la futura) que las instituciones (y las leyes) por él instauradas han dejado de tener efecto por alguna causa grave (corrupción extrema, despotismo contra la voluntad del pueblo, violencia en sumo grado, etcétera). En la filosofía islámica-medieval hasta se justificaba el tiranicidio (como en el caso de Tomás de Aquino), es decir, la muerte del tirano. Lo mismo expresaba John Locke en el capítulo 19 del Segundo Tratado sobre el Gobierno.
El pueblo entonces aparece como el actor colectivo, no metafísico sino coyuntural, como un bloque social de los oprimidos (diría Antonio Gramsci) pero ahora con conciencia política, con un como hiper-poder renovado que estaba debajo del silencio sufriente y aparentemente paciente, un poder que de pronto irrumpe desde abajo en la praxis de liberación ante la dominación ya insoportable, que lanza las instituciones fetichizadas al aire como cuando expande la lava el volcán en erupción.
Esos jóvenes ninis egipcios (aunque ya estudiaron tienen aún más conciencia cuando no tienen trabajo ) salen a las calles, arriesgan sus vidas (que de todas maneras desprecia el sistema capitalista dependiente del Estado corrupto y represor de Egipto sumiso a Estados Unidos y no solidario con los palestinos) por todo el pueblo, y no pareciera que darán un paso atrás porque la situación económica, política y cultural es angustiante.
Pero la lección que no está dejando este estado de rebelión generalizado en el mundo musulmán, nos habla de un nuevo momento en la política del Medio Oriente. Estados Unidos e Israel tendrán que dejar sus políticas fundamentalistas y violentas, militaristas, para abrirse sinceramente a una actitud democrática, despojándose de las cínicas palabras a que nos tienen acostumbrados, y que Wikileaks se encarga de revelar para su enojo; auténtica política democrática que, de seguro, les será muy difícil de implementar, porque no tienen ninguna tradición diplomática en ese sentido.
Notas
1 Véase el tema en mi obra 20 tesis de política, Siglo XXI, México, 2006, tesis 2, es la potentia.
2 De la misma forma, la rebelión egipcia nos recuerda, en Venezuela, los hechos de El Caracazo, como rebelión popular que fue expresión y desencadenante de una serie de crisis que quebraron con la hegemonía del Pacto de Pto. Fijo, y que constituye una de las raices de la Revolución bolivariana. (Amaury)
Fuente: La Jornada, México - http://www.jornada.unam.mx/2011/02/03/index.php?section=opinion&article=027a1mun
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