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sábado, 12 de marzo de 2011

Zeitgeist Moving Forward, parte 2 (video)

“En una sociedad decadente, el arte, si es veraz, debe también reflejar la decadencia. Y, a menos que quiera quebrantar la fe con su función social, el arte debe mostrar el mundo como algo en continuo cambio. Y ayudar a cambiarlo”. Ernst Fisher.

En entrega anterior invitaba a los usuarios a dejar sus opiniones, sugerencias y comentarios sobre los primeros 15 minutos del documental Zeitgeist Moving Forward, con énfasis en la discusión sobre el abordaje que desde la perspectiva biológica y psicosocial hacen las diversas voces participantes, sobre las razones de la violencia en nuestras sociedades capitalistas modernas; algunas de ellas, por cierto, tan sofisticadas como escandalosamente violentas.

En esta parte del documental, se le da continuidad a la discusión sobre el comportamiento humano y se desmonta, desde las palabras reflexivas de los académicos, el mito de que ciertos comportamientos son “genéticos”, como argumento indiscutible para dar cuenta de las conductas violentas que caracteriza, por ejemplo, a muchas –si no a todas- urbes contemporáneas. No se puede aquí dejar de mencionar que este mito de “eso lo lleva en los genes”, recuerda aquel dicho popular que afirma que “lo que se hereda no se hurta”.


Es pertinente recordar que los estudios y experimentos citados en la obra han sido realizados por lo general en Estados Unidos o Gran Bretaña, empero, no dejan de ser una referencia en tanto que estudios que parten del ser humano como unidad biopsicosocial. En tal sentido, no resulta casual que uno de los estudios citados, realizado con los cerebros de un conjunto de suicidas –por lo general adultos jóvenes- haya arrojado que estos habían sufrido una mutación genética temprana debido a una experiencia traumática vivida durante la infancia. Esto es, el poder del entorno influyendo decisivamente sobre lo genético, y a partir de aqui, sobre el desarrollo de la vida.

Todo el discurso de esta parte alude lo determinante que puede resultar el contexto, la estructura social, en la adopción de tal o cual conducta, desechando desde el principio los dos errores clásicos en el estudio del ser humano, como lo son el psicologismo –en este caso la crítica está dirigida a una suerte de biologicismo- centrado en el estudio del individuo con independencia de su relación con la familia y comunidad a la que pertenece, sus instituciones y procesos sociales (el árbol), y el sociologismo, cuya explicación tiende a desestimar al individuo como protagonista del teatro sociopolítico, centrándose en las fuerzas impersonales (económicas) o recurriendo a las conocidas metáforas biológicas de la comunidad como un “organismo” donde los rostros se diluyen (el bosque).

En tal sentido, el mito que se critica sugiere que hay “árboles” que nacen torcidos, que hacen del “bosque” una peligrosa “selva”, y no es el entorno hostil y salvaje de la “selva”, la que puede "torcer" al árbol en su primer desarrollo, introduciendo una perversión en el bosque, que poco a poco se va pareciendo más a una espesa selva, a un peligroso pantano, a un salvaje terreno. Y si el árbol es torcido por naturaleza, lo mejor es talarlo, suprimirlo. Pero, volvamos al documental.




La forma apropiada, siguiendo a Sapolsky, de incorporar el “argumento genético” en la explicación de los hechos sociales, daría lugar a expresiones tales como “la genética contribuye en la forma en que respondemos al entorno” o, también, “los genes influyen en la disposición con que un organismo se enfrenta a un desafío ambiental concreto”. Si partimos del postulado de que somos seres sociales (y también los mamíferos más desamparados al nacer), podemos decir que esta “falacia genética” termina siendo un argumento conservador que desestima las condiciones sociales que, efectivamente, subyacen a los comportamientos tanto individuales y colectivos, y que contribuye en esa dirección a fortalecer la concepción del Estado weberiano monopolizador de la violencia, e incluso contribuye a despertar enfoques racistas propios de la mentalidad nazi.

En pocas palabras, si el problema es la genética no hay nada que se pueda hacer para cambiar las cosas, lo que sugiere la represión y la silla eléctrica como “solución final”. Pero esto es sólo una explicación cómoda, el camino de menor resistencia, que en palabras de Gabor Maté “nos permite el lujo de ignorar los factores históricos y sociales del pasado y el presente”.

Uno de los temas vinculados fuertemente a la violencia es el del consumo de drogas ilegales y el narcotráfico, y la adicción es un tema que aquí se plantea de forma particularmente interesante. En nuestro mundo acrítico de indefiniciones, hablar de adicción es hablar de drogas, y no de cualquier droga sino de drogas, por ejemplo, como la cocaína. Pero si abordamos esta “adicción” en un sentido más amplio, tenemos que ésta es una forma de comportamiento que se tiene frente a algo que nos causa gran ansia y que al obtenerlo nos procura alivio. Un comportamiento adictivo que no sólo se puede tener frente a la cocaína o el cigarrillo, sino también con el trabajo, una bebida o videojuego. Conclusión: las drogas no son adictivas en sí mismas. Esto es otro mito que conviene destruir, y que está asociado a la propuesta de la legalización de las drogas como forma de terminar con el narcotráfico y sus dolorosas consecuencias.

No es que se esté descubriendo el agua tibia, pero ciertamente resulta más fácil perseguir a los distribuidores de ciertas drogas –lo que supone su previa prohibición-, que ir a la raíz de las causas que producen la “susceptibilidad del individuo”, ya que, como afirma el Sr. Maté, es la combinación de esta susceptibilidad con la sustancia potencialmente adictiva, lo que produce la adicción. Así las cosas, conviene remitirse a la biografía personal del individuo para comprender su susceptibilidad, lo que significa sacar al individuo del laboratorio para enmarcarlo en su (s) entorno familiar, comunitario, clase social, cultura, época, lo cual nos llevaría –y por aquí van los tiros del documental- a la crítica radical del sistema y a optar por una completa transformación social.

Te invito pues, a dejar tu crítica, opinión, sugerencia o comentario.


2 comentarios:

  1. Si me permiten, desviare el tema o mas bien lo retrotraere, hasta lo mas algido, esencial, central de todo lo que tenga que ver con Zeitgeist, sin cuya claridad todo el resto puede ser un castillo de naipes.

    A los cristianos no nos debe interesar que el cristo haya existido o no, bienvenida toda duda con respecto a la existencia del cristo o de dios, porque de esa manera sentimos que nos falta algo, y en ese preciso segundo, cuando sentimos una ausencia, qué podemos poner ahi ?
    y si no queremos poner nada por nosotros mismos sino que preferiríamos que alguien pusiera algo, asi como el que puso ausencia? y que ese alguien no lo haga de manera interesada, que no le sirva para honra, gloria o elevación personal? que sea un ayudador humilde, un ayudador de amor. Bienvenidas dudas producidas por zeitgeist, ahora sentimos la humildad de un cristo, ya sea falso o verdadero. Ahora nace un cristo crucificado. Mantengámonos ahí, en este dolor, en este llanto. Y acaso, si no debo creer que vino un ayudador humilde tampoco debo creer que puede llegar? me dice eso zeitgeist ? Acaso no quiero ser yo ese ayudador? o cualquier hijo de vecino? ser capaz de atravesar todo concepto de tiempo y de espacio para decirle a alguien como yo, que detrás de la muerte hay algo, hay vida ? y que hay "una" que no muere ? que además es conciente de si misma? de su razón de ser? una vida que da y crea vida y no muerte asi como lo hace zeitgeist ? acaso no dar vida no es equivalente a dar muerte cuando produce este tipo de duda ? En qué parte de zeitgeist ponen en mi corazon lo que que falta en este momento?
    Señor Zeitgeist haceis bien en crucificar nuevamente al ayudador humilde si lo haceis con humildad, si no os sirve para gloria personal, si detrás de eso serán ustedes los salvadores de mi corazón y el de los de otros que os escucharon, si serán capaces de resucitar la mirada inocente hacia todas las cosas del universo, que habia puesto el dios del cristo, si demostrais con amor y resurrección que hay una vida que no muere. Si sois luz para toda la humanidad, si reunís a todo hombre en un fin de todos los tiempos, donde veamos la verdad.

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  2. Si seguimos con la idea de zeitgeist tendriamos que pensar que la biblia y especialmente los libros mateo marcos lucas y juan, fueron escritos por uno o varios escritores. Y ya esta, que mas habria que decir? que clase libros son estos? algun otro se le compara? que clase de escritor fue el que escribio cualquiera de ellos?
    Cómo lee zeitgeist la biblia? con qué mente? con que corazon? no es facil adivinar eso? leen algo con el corazon con que un cristiano lee la biblia? debieramos suponer que asi leen lo que ellos mismos han escrito, tendria que ser mas que obvio no? pero no, parece mas obvio pensar que ni sus propios escritos los leen asi.
    Y tendriamos que preguntarnos que clase de libro es uno que convence asi a la gente, ¿acaso no tendriamos que poner seriamente en duda que sea el libro, escrito por un simple escritor o escritores, lo que logra esos convencimientos? esos movimientos humanos milenarios, transversales, multitudinarios, interiores? y si no es el libro entonces qué?
    Frente a esta ultima pregunta es ocacion para que los señores zeitgeist sigan con su obra de muerte, o digan palabra como la de nuestro libro santo, pues adelante.
    "Que el injusto siga cometiendo injusticias y el manchado siga manchándose; que el justo siga practicando la justicia y el santo siga santificándose." Apocalipsis 22 11

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